“Un 15% de la superficie almeriense podría verse afectada por la competencia desleal de Marruecos”

Juan Carlos Pérez, Profesor de la Universidad de Almería

-En la actualidad el tomate marroquí copa sin control los mercados europeos, ¿Cómo está afectando esto al sector almeriense?

-La situación no es nueva, llevamos muchos años sufriéndola y no por corriente deja de ser muy preocupante. Almería se está manteniendo como el último reducto del tomate en España. Otras zonas han ido cayendo  poco a poco y sin hacer ruido. Valga recordar que las exportaciones de Alicante y Murcia se han reducido un 50% en siete años, los envíos desde Canarias un 70%. Nuestra provincia ha podido hacer frente al tsunami marroquí gracias a la existencia de una explotación altamente flexible donde los costes reales se enmascaran gracias al trabajo de toda la familia.  A pesar de esto, el sistema muestra signos de agotamiento. Los precios no se han derrumbado por la caída, con altibajos, de las cantidades comercializadas desde origen, por la tendencia a nuevas variedades que no chocan tanto con las del país vecino y por la ampliación de nuevos mercados (sobre todo Polonia). Por ejemplo, hace 6 campañas Almería exportaba a Francia el 24% de todo el tomate, hoy en día sólo el 18% tiene ese destino.

Pero no sólo es el tomate. La exportación de melón y pimiento marroquí ha crecido un 100% en poco más de 6 años, el calabacín un 40%. Siempre digo que Marruecos es un iceberg del que sólo se ve el pico de todo el potencial. Este país dispone de 240.000 hectáreas para producción de frutas y hortalizas.

Un reciente estudio hecho en colaboración con COEXPHAL pone de manifiesto que en el medio plazo un 15% de la superficie almeriense puede verse afectada.

-El Acuerdo UE-Marruecos no se está respetando en cuestiones de precios, ¿Qué desequilibrios se están cometiendo en este sentido?

-Los desequilibrios son inasumibles ¿Cómo puede entrar producto m0arroquí en la UE a un precio de 40 céntimos, cuando en origen el producto se vende a 45 céntimos? Esto ocurrió a finales de noviembre del año pasado. De hecho, los precios de Marruecos estuvieron por debajo de los precios en origen desde mitad de noviembre hasta mediados de febrero.  Esto dice mucho de lo que está pasando.  Por un lado habla de la capacidad  de Marruecos y, por otro, de que los precios en origen no son sostenibles a medio plazo.

Sabemos que el precio mínimo de entrada para Marruecos es 0,46 €/kg. Sabemos que  este noviembre ha vendido a 0,36 €/kg. Sabemos que vendiendo, por ejemplo, a 0,41 €/kg (menos del 92% del precio de entrada), tendrían que pagar 0,298 €/kg de arancel. Por tanto el precio de venta en la Unión Europea tendría que elevarse a 0,71€/kg. Sabemos que los precios bajos se mantienen semanas. Por tanto, algo no va bien.

-Hablando de cifras ¿cuáles son los costes de producción del tomate almeriense frente a los costes del marroquí?

-Hablar de costes en Almería y Marruecos siempre es muy complicado. No existen unas cifras exactas. Los últimos datos muestran que los costes productivos de tomate en Marruecos representan el 58% de los almerienses. Con el producto puesto en Francia, el coste de Marruecos supone el 77% del almeriense.  Traduciendo, Marruecos puede vender un 23% más barato en Francia.

-Uno de los principales problemas que hay en el sector son los costes de producción, ¿cómo han evolucionado en los últimos años? 

-Los costes de producción totales en las últimas 10 campañas han crecido de forma constante. La buena noticia es que el aumento de las productividades (un 8% más o menos) ha hecho que los costes por kilo hayan podido caer un 3%. La mala noticia es que los precios de venta también han caído un 13% por lo que la rentabilidad total de una finca estándar (después de pagar todos los costes corrientes y de amortización) se ha visto reducida más de un 50%.  Otra buena noticia es que la rentabilidad en las últimas 5 campañas parece haberse estabilizado.

-Está claro que existe una gravísima desigualdad en el mercado europeo para los productores de tomate ¿qué fórmulas podría aplicar el productor almeriense para obtener más rentabilidad de su cultivo?  

-El agricultor está en un ajuste constante. Poco a poco y con mucho esfuerzo ha ido adaptando sus estructuras productivas, ha ido introduciendo nuevas técnicas de cultivo y como resultado ha aumentado los kilos por m2. Hoy por hoy el agricultor de Almería es muy eficiente en el uso de los recursos y en el mantenimiento del coste. Por tanto, creo que no podemos pedirle mucho más por ese lado. Sin desmerecer la innovación productiva de base, creo que la mejora en la rentabilidad debe venir de los precios, algo que no es fácil, pero que estoy convencido de que llegará si somos capaces de demostrar al cliente que somos los mejores. Que los problemas del pasado han quedado atrás y que somos fiables. ¿Promoción? En este sector, yo asimilo ese concepto al trabajo diario y mano a mano con el cliente.

Por supuesto, espero que alguna vez podamos mejorar nuestra gestión logística: la colaboración en origen para la gestión de la oferta, el transporte, la reducción de las reclamaciones, la existencia de almacenes en destino,… Todos esos esfuerzos nos darían ese par de céntimos que necesitamos por kilo.

-¿Cómo ve el futuro del sector hortofrutícola almeriense?

-Soy optimista.  A pesar de los retos que hemos comentado, veo dinamismo por los cuatro costados. Este sector es único, es capaz de adaptarse a los cambios de forma radical. Las personas de esta tierra están acostumbradas a trabajar duro y sin ayudas externas.  Creo que la sal que le falta a este guiso es “mayor colaboración en origen”. Por supuesto una ayudita de Europa tampoco nos vendría mal.

Sin comentarios
  1. Hola Juan Carlos!

    Tu entiendes mucho mas del tema y pero como decía Steve Jobs, la muerte es el mejor invento del mundo. Creo que la globalización es inevitable y mas allá de las normas políticas de turno, está la competición y la lucha por ser el mejor, un valor eterno que existe en cada ser humano y que sólo une a aquellos que realmente desean conseguirlo.

    Hace mas de 2 años escribí esta entrada que me gustaría compartir contigo y con todos los lectores con respecto a la idea de que vengan otros a llevarse nuestro queso, digo el tomate. (Vease «quien se ha llevado mi queso»).

    http://www.enriqueserrano.es/el-tomate-globalizado-impresiones-de-un-outsider/

    Un fuerte abrazo de tu discípulo!

  2. Muy buenas Juan Carlos!
    Interesantes tus reflexiones, de igual manera que es muy acertada la entrevista con la que Coexphal ha querido iniciar su blog: la competencia marroquí. Muchos la niegan, pero la mayoría de los que están en ese bando tienen intereses comerciales de algún tipo con Marruecos. De hecho, en Almería son muchas las empresas que venden, compran y tienen relaciones de lo más variopinto con el vecino del sur. Y además en su derecho están. Lo comento de modo descriptivo, no valorativo. Lo que sí es cierto es que si el modelo productivo almeriense desaparece un día, todo lo demás se extinguirá con él porque es la base. Industria auxiliar, logística, centros de investigación, etc, etc, todos dependen de la rentabilidad de las fincas. Si en los invernaderos la cosa va bien, entonces habrá dinero para todos; pero si bajo el plástico las cuentas no salen, entonces sobran muchos.
    Es curioso que Marruecos haya estado incumpliendo sistemáticamente sus acuerdos de Asociación con la UE, pero que ahora lo haga de una manera tan descarada. Antes de la ratificación del actual acuerdo, negaba la mayor y el fraude lo hacía a escondidas; pero como ahora el acuerdo lo tiene en vigor, pues, ya no hace falta taparse las vergüenzas. Y esto ocurre, querido Juan Carlos, porque en Bruselas España no es nada y Almería … ¿existe en el mapa nuestra provincia? De ahí que sea tan perentorio tener un lobby de presión en la capital europea.
    Y un último comentario, dirigido a Enrique Serrano: la bondad de la oferta y la demanda y del libremercado nada tiene que ver con las irregularidades de las producciones marroquíes de tomate, o más bien, habría que decir de las multinacionales europeos asentadas allí. El motivo de que Marruecos exporte tomate se llama dumping social y yo sí le pongo números: 5 euros la hora.
    ¿Acaso se invierte en Marruecos por amor al prójimo? Especulación, especulación, pura y dura.
    Aprovecho para invitaros también a mi blog hortofrutícola: http://joseantonioarcos.wordpress.com/
    Y enhorabuena a Coexphal por la iniciativa de este blog,
    saludos
    José Antonio Arcos
    http://joseantonioarcos.wordpress.com/

Deja una respuesta