Medir la calidad de mallas anti insectos

Texto y foto: Jan van der Blom, responsable del Departamento de Técnicas de Producción de COEXPHAL

Para prevenir la entrada de insectos que infectan los cultivos con virus es imprescindible tener mallas en todas las aperturas de ventilación del invernadero. Una buena malla debe de aislar el cultivo contra plagas, pero a la vez tiene que influir lo menos posible en la ventilación. Hay una gran cantidad de diferentes mallas disponibles, con calificaciones como ‘anti-plagas’, ‘anti-mosca’, ‘anti-trips’… No obstante, no existen normas definidas que realmente pueden garantizar su eficacia. A pesar de las calificaciones, hay enormes diferencias en calidad, incluso entre mallas con la misma densidad de hilos. En el Laboratorio de Agrotextiles, de la Universidad de Almería, han desarrollado métodos para caracterizar las mallas a base de mediciones exactas.

NO EXISTEN normas de calidad

Dr. Antonio Jesús Álvarez Martínez y Rocío Mª Oliva Molina son los investigadores responsables de la investigación desarrollada por la UAL. Antonio Jesús: “Todo el mundo conoce la importancia de las mallas. No obstante, nos ha sorprendido que se puedan vender las mallas con cualquier nombre o calificación, sin que exista una normalización consensuada. La eficacia para el aislamiento no solo depende de la cantidad de hilos por centímetro cuadrado, sino también del grosor de los hilos y de la homogeneidad de la malla. Una malla de 10 x 20 hilos por cm2 generalmente está considerada como seguro contra la mosca blanca, pero si no es suficientemente homogénea, las moscas pueden pasar perfectamente”.

ANÁLISIS de poros   

Antonio Jesús ha desarrollado un análisis a base de imágenes del microscopio, que exactamente mide el tamaño de una enorme cantidad de huecos. Los datos están procesados por un modelo informático, que cuantifica el tamaño de los huecos y la variación entre ellos. “En las máquinas tejedoras, hay un peine con agujas muy finas que marcan la distancia exacta entre los hilos. Es fácil que allí ocurran problemas, por ejemplo con el resultado de que siempre haya dos hilos muy juntos, seguidos por uno más separado. Así conseguimos huecos más estrechos y otros más anchos por donde se puedan colar los insectos”. Evidentemente, cuanto más tupida es una malla, más va a frenar la ventilación. Esto depende del tamaño de los poros de la malla, pero también de otros aspectos de la estructura del tejido. Por ello, han diseñado un dispositivo que mide exactamente la influencia sobre la ventilación. En este aparato, se coloca la malla en medio de un tubo con una corriente de aire y se mide la presión a cada lado de la malla.

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