Por una ligera gripe, una persona se vuelve resistente contra nuevas infecciones, al activar su sistema de defensas. De la misma manera, las plantas son capaces de defenderse contra sus plagas. Las primeras picaduras de insectos o ácaros ponen en marcha unos cambios, por los cuales la planta se vuelve mucho menos apetitosa, o directamente ya no es comible. Las plantas disponen de varias técnicas. Pueden producir sustancias que hacen que la plaga sobreviva mucho menos. O pueden emitir olores, que atraen a los enemigos naturales de las plagas desde largas distancias y repelen a otros insectos plaga. En todos los casos vale que solo las plantas sanas sean capaces de defenderse bien, mientras que plantas mal equilibradas, estresadas o debilitadas por otras cosas, son presa fácil…
Trips y pimiento
Hace ya más de 10 años que la investigadora Belén Bellure, en la Universidad de Ámsterdam, demostró que el pimiento se defiende contra trips. Para ello, colocaba larvas de trips sobre hojas, tanto de plantas ‘vírgenes’, que nunca habían sido atacadas por trips, como de plantas que habían tenido algunos trips en el pasado. Encontró que hubo una gran diferencia en supervivencia de estas larvas. La gran mayoría se desarrolló normalmente en hojas de plantas ‘vírgenes’, mientras que casi todos morían en las hojas de plantas previamente afectadas. En otras palabras, el pimiento se defiende por producir sustancias tóxicas después de las primeras picaduras de la plaga. También encontró que el trips tiene una escapatoria… Cuando la planta de pimiento está infectado por el virus del bronceado, trasmitido por el mismo trips, ya no funciona el mecanismo de defensa: la supervivencia de las larvas se mantiene igual que en plantas vírgenes.
Tomate, Nesidiocoris, Mosca BlancaEn tomate, recientemente se ha encontrado otro mecanismo de defensa de la planta. En el IVIA, en Valencia, Merixell Pérez-Hedo y Alberto Urbaneja encontraron que el tomate responde sobre los primeros ataques de plaga por emitir olores de alrama. En cuanto tiene Nesidiocoris, que también pica la planta, enseguida se vuelve mucho menos atractiva para la mosca blanca. Si la mosca blanca puede elegir entre diferentes plantas por sus olores, elige las que no han sido picados por Nesidiocoris. En cambio, los parásitos de la mosca blanca, como Eretmocerus mundus, sí están atraídos por plantas con Nesidiocoris. En otras palabras, las plantas se defienden por llamar la atención a enemigos naturales y por repelar otras plagas… Se concluye que las plantas con Nesidiocoris están mucho mejor protegidas contra mosca blanca que plantas sin ‘bichos’ y, por tanto, contra el virus de la cuchara…
Fito-fortificantes
Poco a poco aprendemos más sobre la defensa de las plantas y hay cada vez más ejemplos. Incluso, se sabe que algunas plantas empiezan a defenderse en cuanto una planta vecina emite olores de alarma. En algunos casos, se ha podido aclarar el proceso químico por detrás de esta defensa. Este conocimiento puede dar la oportunidad de desarrollar nuevos productos fitosanitarios: productos que no matan a las plagas, pero inducen la resistencia de las plantas. Muchos de estos productos, los verdaderos ‘fito-fortificantes’, son totalmente inocuos para el medioambiente y no son tóxicos.
Tratamientos químicos contra-productivos
Igual que los niños se fortalecen al padecer de alguna enfermedad de vez en cuando, también los cultivos pueden beneficiarse de una pequeña presión de plagas y enfermedades al inicio. Siempre y cuando no se encuentra demasiado ‘estresado’, y con su sistema radicular en suelos con una flora y fauna microbiana equilibrada. También entendemos que el intento de mantener el cultivo totalmente libre de plagas mediante tratamientos químicos puede ser contra-producente. Las plantas no desarrollan sus defensas y se mantienen mucho más atractivas para plagas. Y, por tanto, mucho más vulnerables de cara a la infección con virus.