
La agricultura ecológica tiene aún una baja representatividad en la producción hortícola andaluza (en torno a un 10%), tal y como se desprende del estudio del IFAPA “Innovación participativa para una horticultura protegida sostenible” durante el periodo 2016-2018, realizado por el equipo formado por Adriana Bertuglia, Mª Carmen González Roa y Jaime Villa Asensi,
Del análisis de la información obtenida se desprende que la principal razón de los agricultores para producir en el sistema ecológico es la económica, debido a los mejores precios ofertados por dichos productos. Además de la producción ecológica, el 62% de los productores adopta algún otro tipo de certificación de calidad, especialmente GlobalGAP, certificación de calidad extendida en el litoral desde hace años e impuesta por los clientes procedentes de países europeos.
Casi la mitad (45%) comercializa exclusivamente productos ecológicos, el resto de las empresas comercializa tanto productos ecológicos como convencionales.
Por otro lado, los datos indican que la principal forma de comercialización de los productos es a través Coopertativas o SATs (52,05%), y en segundo lugar a través de otros tipos de empresas (Sociedades Anónimas, Sociedades Limitadas, etc.), dedicadas a la manipulación y comercialización de los productos (36,84%).
El 70% de las empresas comercializadoras, además de dedicarse a la comercialización de los productos, también se dedica a la producción, y el 85% a la manipulación y acondicionamiento de los productos para su puesta en el mercado.
La mayoría de la producción se destina a los mercados exteriores, habiendo encontrado solamente una empresa que comercializa más del 50% de su producto en el mercado interior.
Las conclusiones están basadas en encuestas a productores de hortalizas ecológicas, así como entrevistas a empresas comercializadoras y empresas suministradoras de inputs en las principales zonas productoras del litoral almeriense y granadino.