Agricultores apoyan la inserción laboral de jóvenes inmigrantes ex tutelados

juan jose rull agricultor de casur, Unica Group
JUAN JOSE agricultor de CASUR
Juan José Rull en su invernadero.

Juan José Rull, agricultor de Casur, perteneciente a Unica Group,  explica su experiencia con la incorporación de jóvenes inmigrantes que han pasado por ser tutelados por la Junta de Andalucía y, una vez mayores de edad, buscan en Almería una oportunidad de futuro.

¿Qué superficie tiene y qué productos cultiva?  De 12.000 metros que tenía el año pasado hemos dado el salto a más de 40.000. Me dedico a especialidades. Hago agricultura ecológica y también biodinámica. Tengo pepino snack, calabacín, pepino Almería y tomate.

¿Cuántos trabajadores tiene en sus explotaciones?  Con esta ampliación vamos a pasar de 12 trabajadores a unos 25.

¿De qué nacionalidad son sus empleados? Algo más del 50% son trabajadores españoles, vecinos de Almería, y el resto son trabajadores extranjeros de distintas nacionalidades: ecuatorianos, rumanos, senegaleses y de Guinea Conakri.

¿Nos podría contar su experiencia a la hora de contratar a sus trabajadores? Conozco las necesidades que tienen mis vecinos y siempre he contratado a vecinos de toda la vida. Cuando me ha faltado mano de obra he contratado a través de la contratación en origen en su momento y estos han llamado a su vez a amigos y conocidos. También tengo a inmigrantes tutelados de la Junta de Andalucía que vienen a hacer las prácticas y se quedan con nosotros. Son mayores de edad, vienen con formación, con su carné de plaguicidas, de carretillero, de manipulador de alimentos y vienen a hacer las prácticas. Si se adaptan a nuestra forma de trabajo y vemos que funcionan le hacemos un contrato de trabajo. Concretamente son de Senegal y de Guinea Conakri.

¿Cómo surgió la iniciativa de contratar a jóvenes inmigrantes tutelados? Hace años yo trabajé en el área de Relaciones Laborales e Inmigración de una organización agraria y allí conocí a estas asociaciones. Desde hace años estamos trabajando con ellos, siempre hay un hueco en la finca para estos chavales. Son buena gente y tienen un equipo de psicólogos que trabajan con ellos para que se incorporen a la vida laboral

¿Facilita la conciliación familiar de sus trabajadoras? No todo el mundo puede estar trabajando ocho horas. Trabajan conmigo amas de casa para las que adaptamos el trabajo a sus necesidades. Dejan a sus hijos en el colegio y vienen a trabajar y se tienen que ir a la una para recogerlos. Trabajan de lunes a viernes de 9 hasta las 13:00 horas. Incluso tengo trabajadoras que están estudiando y faltan dos días a la semana. Yo también tengo esa necesidad de mano de obra de muchas personas por las mañanas para recoger las especialidades. Nos ayudamos mutuamente y nos viene bien a ambos.

Tienen que venir con un contrato de trabajo, con unas referencias y con un lugar para vivir, con unas condiciones.

¿Considera importante el papel desempeñado por los inmigrantes en el sector? Ha sido muy importante. Si nos remontamos 30 años atrás aquí trabajábamos toda la familia. Ahora los tiempos han cambiado y nuestros hijos han decidido estudiar y tienen su carrera. A su vez las fincas han crecido y necesitan más mano de obra que es difícil cubrir con las personas que tenemos. Alabo el trabajo de estas personas que, como mi abuelo, son inmigrantes y vienen por necesidad, pero entiendo que tiene que estar regulado no puede ser “café para todos”.

En el mundo agrícola todos somos una cadena, nadie funciona si un eslabón se rompe. Tenemos que estar unidos trabajadores y jefes. Yo no sería nada sin esos trabajadores y esos trabajadores sin mi tampoco. Un trabajador debe de tener su espacio para poder estudiar, estar con su familia y convivir.

Redaccion AenVerde

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