José Manuel Fernández Archilla, gerente de VICASOL, S.C.A., explica cómo ha sido la evolución de la cooperativa y su implicación en la adopción del control integrado de la mano de una de las empresas líderes, Bioline Iberia.
Cuáles son los valores que ha impulsado Vicasol como OPFH y que la han alzado como primera OPFH de España?
Vicasol además de OPFH es una sociedad cooperativa andaluza de primer grado, y desde un primer momento cuando se constituye lo que se intenta es aglutinar la oferta, con agricultores de la zona de Vícar inicialmente, aunque en este momento hay agricultores de toda Almería. El objetivo era tener una presencia con más fuerza en el mercado y darle el mejor retorno a nuestros agricultores.
Paulatinamente se ha ido haciendo cada vez más grande, hasta convertirse en lo que es hoy una empresa referente como cooperativa, arraigada al territorio e intentando mejorar la vida de los agricultores, los trabajadores y del entorno en general.
Vicasol es una cooperativa con una apuesta más que decidida por la lucha integrada y el control biológico, ¿Cómo ha sido esta implementación hacia los insectos auxiliares en el seno de la cooperativa?
En Vicasol desde el primer momento (allá por el 2000) ya estábamos interesados en la lucha integrada porque entendíamos que el futuro de la agricultura para combatir las plagas pasaría por los insectos auxiliares. Luego sucedieron los problemas con el pimiento en 2005/2006.
Desde 2009 Vicasol tiene el 100% de su producción bajo control integrado. Creemos que la sostenibilidad de nuestra agricultura está en el tratamiento integrado de plagas apoyado siempre en las nuevas tecnologías que nos han ofrecido las empresas que han desarrollado todos estos insectos, como puede ser Bioline Iberia y que a su vez han asesorado a los agricultores.
Además de contar con el 100% de la producción bajo control integrado, Vicasol también está dando pasos en la agricultura ecológica, ¿cómo ha sido esta transición?
Al final aunque estamos seguros de que el producto cultivado bajo control biológico es el producto más sano y con menos residuos que se ha cultivado en toda la historia de nuestra agricultura, somos conscientes de que hay un sector del consumidor que quiere un producto biológico, un producto que va un poquito más allá del propio control integrado y Vicasol tenía que estar ahí ofreciéndole a los clientes este cultivo. Tenemos a algunos agricultores de la cooperativa que han ido dando ese salto al ecológico y actualmente representa un 10% del total de nuestra producción.
Las técnicas de control biológico requieren de una estrategia previa, en la que tanto agricultor, técnico como cooperativa deben implicarse al mismo nivel, y en la que también cobra un papel importante la empresa proveedora de insectos auxiliares, como BIoline Iberia ¿Cuál es el trabajo conjunto desarrollado con Bioline para que pudiera tener éxito el control biológico?
Como ya he dicho llevamos muchos años trabajando en el control biológico, y las cosas no ocurren por casualidad. Como has mencionado esos tres factores son los más importantes. Primero la necesidad que ve el agricultor de luchar contra las plagas con los insectos auxiliares; luego nuestros técnicos de campo que han jugado un papel crucial en el desarrollo de la agricultura de Almería, donde agricultor y técnico han tenido que aprender a convivir con las plagas; y al final las empresas como puede ser Bioline Iberia han aportado esos bichos y también un conocimiento muy exhaustivo del comportamiento de esos bichos, ayudando tanto a técnicos como a agricultores .Y esto ha permitido que cualquier cultivo se pueda hacer con control biológico con muchas garantías de éxito.
¿Considera que ya no hay vuelta atrás en el control biológico?
Yo creo que no hay vuelta atrás y además no es posible. Primero porque está suficientemente implantado como para que solo se pueda andar hacia adelante; y segundo porque nuestro consumidor europeo no lo entendería y no lo aceptaría. Por tanto, creo que la forma de combatir las plagas es mediante insectos auxiliares y estoy convencido de que se están desarrollando productos naturales que se complementarán con esos insectos para luchar de una forma natural contra las plagas. Todo esto favorecerá que las plantas se desarrollen mejor y sean más productivas. De esta forma se hará llegar al consumidor un producto sano, saludable y libre de residuos que es lo que el mercado necesita.
Si que es cierto que hay que darle un impulso más porque el agricultor necesita entender de todo lo que estamos hablando para que el control biológico se extienda al 100% de la agricultura de Almería, de forma que podamos tener un % de cultivo ecológico (que tiene su nicho de mercado) y el resto de la agricultura de Almería esté bajo el paraguas de producción integrada. Esta es la mejor forma para llegar a Europa con garantías de que nuestro producto es saludable y muy bueno para consumir.