La competencia de Almería no para de evolucionar. Entre ella, el país que siempre nos ha servido como referencia ha sido Holanda. En los últimos años se ha hablado de que nuestros homólogos del norte de Europa, estaban pasando algunas dificultades sobre todo para financiar sus costosas estructuras, sin embargo las cifras de producción, superficie y beneficios no parecen darnos tregua.
Si nos figamos en la superficie (FIGURAS 1 y 2) el tomate ha sido en las campañas recientes el producto con una tendencia positiva más acusada. Sin embargo desde 2014 se aprecian descensos que pueden mostrar un agotamiento con relación a la competencia. Si Holanda llegó en 2014 a un máximo de 1.780 hectáreas, los últimos datos sitúan su superficie en 1.705. El caso del pimiento es el contrario, durante muchas campañas este producto perdió competitividad respecto al originario de Almería, lo que se tradujo en una caída de la superficie. Sin embargo, los últimos datos reflejan una recuperación de 150 hectáreas respecto a su mínimo (alcanzado en 2014): en la actualidad se cultivan más de 1.300 hectáreas. En los últimos periodos, el pepino muestra cierta estabilidad de su superficie, entorno a las 550 hectáreas. Sí se aprecia una leve tendencia positiva en la cosecha de berenjena: hoy en día se cultivan 111 hectáreas.
Si contabilizamos todos los cultivos, la superficie invernada destinada a hortalizas suma 4.916 ha. En año 2016 parece ser el de la recuperación productiva del sector, ya que muestra un aumento muy fuerte, sobre todo por la superficie nueva de pimiento y otras hortalizas.
Respecto a la superficie media por finca, ésta no para de crecer (FIGURAS 3 y 4). Para el conjunto de los cultivos hortícolas bajo plástico ronda ya 3,7 hectáreas. Pero si profundizamos, la superficie media de tomate es de 6,20 has y la de pimiento de 5,21. El agricultor holandés es consciente de que las economías de escala son beneficiosas para su negocio, tal y como se aprecia al observar la relación entre ingresos y beneficio.
Si observamos los ingresos en una finca tipo holandesa (FIGURA 5), vemos que se han obtenido buenos resultados en los últimos 3 años, fundamentalmente como consecuencia de la racionalización en el control de los insumos, no por la mejora de los ingresos. Cabe recordar que de los ingresos totales un 9% corresponde a la venta de energía, partida que ha aumentado en los últimos ejercicios.
MARRUECOS no para de crecer
En los últimos años existe un aumento de la superficie de cultivo y la producción en productos hortícolas. Destacan los aumentos de productividades en pimiento, calabacín e incluso judía, lo que nos indica que la gestión del cultivo y las estructuras están mejorando. La producción bajo plástico está creciendo en tomate (5.600 ha), calabacín (1.600 ha), judía (4.700 ha) y pimiento (1.500 ha). Por otro lado las exportaciones no paran de crecer. Destacan en este aspecto las 402.000 toneladas de tomate enviadas a la UE (igual cantidad que el ciclo anterior, pero que un 8% de incremento al compararla con la media de 5 campañas atrás). También, la subida del 20% de las exportaciones de melón en el año 2017, del 5% en pimiento, más del 50% en sandía o del 60% en calabacín.
ISRAEL busca nuevos horizontes
La producción hortícola en Israel muestra un descenso leve pero continuo en los últimos 5 años. Las ventas a la UE de pimiento, antes su principal hortaliza exportada, apenas sobrepasan las 20.000 toneladas en su mayoría con destino a Eslovenia (más 4.000 toneladas en total a Francia y Holanda). El principal cliente del pimiento israelí en la actualidad es Rusia que compra casi 40.000 toneladas.