Las balsas de los invernaderos son auténticas reservas de biodiversidad

balsa de riego de invernadero
Las balsas de riego de los invernaderos
Las balsas de riego se han convertido en ricos ecosistemas.

Hoy en el Día Internacional de la Diversidad Biológica es bueno destacar algo de lo que quizás a primera vista pueda parecer sorprender: los invernaderos son salvaguarda de la biodiversidad en pleno sureste español a través de las balsas de riego.

Estos espacios acuáticos, repartidos por la mayor parte de los invernaderos de Almería, tienen una capacidad media de unos 500 metros cúbicos, aunque las hay más grandes cuando abastecen a comunidades de varios agricultores.  Sólo en Almería se registraron más de 10.000 balsas con capacidad de más 150 metros cúbicos y de más de 700 metros cúbicos.

balsa de riego de invernadero
Balsa de riego de invernadero.

Según el estudio de Hortiespaña, Contribuciones económicas, sociales y medioambientales del cultivo de invernadero, realizado por la Cátedra Coexphal-UAL «se ha comprobado que estas balsas de riego al aire libre fomentan la aparición de vegetación  litoral y sumergida».

Ambas vegetaciones son de gran importancia para el asentamiento de una alta diversidad de grupos de organismos acuáticos que encuentran aquí su hábitat. De hecho, en el caso de las balsas más naturalizadas, esta riqueza biológica es comparable a la que se halla en los humedales naturales.

Según la investigación del citado estudio «en Almería se identificó además fauna con un efecto positivo en el control de plagas, como la aparición de libélulas y caballitos de diablo, depredadores de larvas de mosquitos y otros insectos, además de ser zonas de atracción para aves y anfibios.

mapa de localización de balsas de riego de Andalucía.
mapa de localización de balsas de riego de Andalucía. © P Peñalver (2015)

Desde el estudio de Hortiespaña resaltan la influencia de las balsas en el patrimonio natural, especialmente a los agricultores, que deben ser conscientes de cuáles son las líneas de actuación que mantienen la mejor calidad posible del agua en sus balsas, para obtener la mejor gestión económica y el mejor estado ecológico, conservando a la vez la biodiversidad.

En este sentido proponen incluir estos sistemas agrícolas en las políticas de conservación e incentivar la naturalización de las balsas como un elemento conector del paisaje, algo que ya dio cuenta en 2015 Patricio Peñalver, del Departamento de Biología Vegetal y Ecología de la Universidad de Sevilla, en su estudio Las balsas agrícolas en Andalucía: una oportunidad para enlazar desarrollo y conservación en climas mediterráneos.

 

Redaccion AenVerde

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