El pasado 16 de abril, al fin presentamos el libro Lo saludable de los alimentos. Este trabajo iniciativa de Coexphal recoge 3 años de estudio recorriendo la bibliografía en materia de nutrición, salud y alimentación, así como analizando y descubriendo la infinidad de posibilidades que los productos hortofrutícolas que crecen en nuestras tierras ofrecen a la salud humana.
El acto comenzó recordando que la nutrición está de moda, y así lo demuestra la cantidad creciente de información sobre salud y alimentación a la que podemos acceder. Cada vez nos preocupamos más por el impacto en nuestra salud de los alimentos que diariamente consumimos, así como las enfermedades asociadas a estos como el cáncer, la diabetes, enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo II, algunas alergias o enfermedades reumáticas. Por esto cabe recordar que la nutrición no es una ciencia exacta, y que con frecuencia los criterios de los profesionales de esta disciplina parecen contradecirse y cambiar muy rápido, y los alimentos que ayer se creían beneficiosos hoy los podemos ver desterrados y viceversa. Por eso cada profesional de la salud decidirá según su criterio que información de la disponible adopta para sus práctica.
El libro Lo saludable de los alimentos, está enfocado desde la nutrición integral, es decir, aquella que integra todos los elementos necesarios para que el resultado sea más efectivo y adaptado a cada situación individual.
Los tres mensajes principales que el libro pretende transmitir son:
1. La reivindicación y el aprovechamiento intensivo del poder antioxidante natural de hortalizas y frutas (“comer fresco y ligero para sentirse fresco y ligero”). Dar a conocer la inmensa variedad disponible y las múltiples funciones saludables de las vitaminas, minerales y fitoquímicos que contienen.
2. La limitación de azúcares refinados y alimentos saturados, que son aquellos saturados de grasa, aditivos, etc. Ya no solo por las consecuencias que supone para el peso, si no por su carácter proinflamatorios, siendo muchas las patologías asociadas a este.
3. La práctica en momentos determinados de nuestra vida, y siempre bajo supervisión de un especialista, del descanso digestivo, de darle vacaciones periódicas a nuestro organismo a través de métodos especializados para que se depure y prepare para absorber de la manera más eficiente posible los nutrientes de la comida.
Por último en la presentación se lanzó un mensaje repetido y que habrá que seguir insistiendo en el hasta que cale:
“ Todavía no somos plenamente conscientes de que no podemos limitarnos a comercializar kilos y kilos de producto, sino, y sobre todo, a exportar salud, y en ese sentido el futuro de la oferta agroalimentaria pasa necesariamente por integrar la nutrición en la cadena de valor, como un eslabón más, al mismo nivel que la producción, la comercialización y la logística. Contamos además con un potente aliado, la gastronomía, que es el vehículo preferente que conecta los alimentos con la salud humana. El reto, por tanto, es conseguir una cocina más nutritiva y ligera sin perder sabores y texturas. Ahí radica el verdadero salto hacia una alimentación cada vez más saludable y de un sector productivo cada vez más comprometido con la I+D en el campo de la salud.”