Cada vez son más las mujeres que están tomando protagonismo en un sector que ha estado tradicionalmente gestionado por hombres
En Almería hay 71 cooperativas agro-alimentarias, 12.968 socios que facturan 1.238 millones de euros, unas cifras que por sí solas ofrecen una idea de lo que supone este sector en la provincia, generando más de 100.000 puestos de trabajo tanto en campo como en las empresas.
Tradicionalmente a nivel de género, la mujer es la gran desaparecida en la agricultura aunque su papel es de vital importancia y ha contribuido a que el sector logre las magnitudes económicas y sociales actuales. Hay mujeres agricultoras, socias de cooperativas, mujeres técnicos agrícolas, envasadoras y manipuladoras, jefas de línea, comerciales y directivos de comercializadoras. Aun así, la mujer sigue siendo invisible a los ojos del campo.
Según datos de Cooperativas Agro-Alimentarias, en Almería en las empresas cooperativas el 85,78% de los socios son hombres y el 14,22% son mujeres, ocupando la provincia el séptimo puesto en nuestra comunidad autónoma con menos mujeres socias. Si analizados los datos en Andalucía, la presencia de la mujer aumenta representando un 25,42% y los hombres el 74,58%, porcentajes que se acercan a la representación española (25,45% son asociadas y 74,55% asociados).
Puestos de relevancia
Centrándonos en el papel que desempeñan en las cooperativas, tan sólo un 13,90% de las mujeres participan en las asambleas, frente al 86,10% de los hombres. Esta cifra se reduce al 3,5% en el caso de las mujeres que participan en consejos rectores ocupando puestos de relevancia dentro de la empresa.
En cuanto a los empleados/as de las cooperativas, en el sector del manipulado es donde las mujeres cuentan con una mayor representación, alcanzando el 48,98% casi en paridad con respecto a los hombres con un 51,02%
AMCAE nace para otorgar visibilidad a la mujer en el campo
En Andalucía hay una alta presencia de mujeres en la industria agroalimentarias. En la actualidad, existen más de 2.000 asociaciones de mujeres pero ninguna de socias de cooperativas. Por este motivo, se ha decidido constituir la Asociación de Mujeres de Cooperativas Agro-alimentarias de España.
Esta asociación ha detectado diferentes necesidades que presenta este colectivo y que pretende acometer para lograr que la mujer ocupe el papel que le corresponde en el mundo agrario. Desde AMCAE quiere promover la asistencia a las asambleas, implantar actuaciones específicas para socias, promover su acceso a los consejos rectores; mejorar las condiciones y oportunidades de las trabajadoras; dar a conocer las buenas prácticas agrícolas e incentivar los planes de igualdad entre las cooperativas.
Las principales barreras que deben superar las mujeres están relacionados con la pervivencia de los roles ya establecidos para el hombre y la mujer; la familia y la orientación laboral, los problemas de conciliación familiar; o los problemas relacionados con la movilidad y la tradición.
En las cooperativas existe una segregación de puestos hombre-mujer y una escasa presencia de mujeres en puestos de gerencia y dirección.
La cotitularidad, un trabajo por hacer
En el ámbito de la explotación familiar del medio rural, son muchas las mujeres que comparten con los hombres las tareas agrarias, asumiendo buena parte de las mismas y aportando tanto bienes como trabajo. Sin embargo, en la mayoría de los casos, figura sólo el hombre como titular de la explotación agraria, lo que dificulta que se valore adecuadamente la participación de la mujer en los derechos y obligaciones derivados de la gestión de la explotación.
Partiendo de estos antecedentes, se ha creado una nueva figura jurídica de carácter voluntario: el Registro de Titularidad Compartida. El objetivo es reconocer la titularidad compartida de la explotación, definiéndola como una unidad económica, sin personalidad jurídica, y susceptible de imposición a efectos fiscales, que constituye un matrimonio o pareja de hecho, para la gestión conjunta de la explotación agraria.
Si la explotación se registra como de titularidad compartida la administración de la explotación corresponderá a ambas personas titulares, la representación será solidaria, excepto en lo que respecta a la venta, disposición y gravamen, cuya representación será mancomunada. En todo caso, la responsabilidad será directa, personal, solidaria e ilimitada de las dos personas titulares. En cuanto a los repartos de los rendimientos será al 50%. En cuanto a las ayudas agrarias a solicitar a partir de la inscripción en el Registro de Titularidad Compartida, corresponderán por mitades iguales a favor de cada uno de los cónyuges o miembros de la pareja de hecho titulares de las explotaciones agrarias.
Una explotación agraria de titularidad compartida tendrá la consideración de explotación prioritaria a efectos de la Ley 19/1995 de modernización de explotaciones agrarias.
Los requisitos que deben cumplir las personas de la explotación en régimen de titularidad compartida son estar dadas de alta en la Seguridad Social; ejercer la actividad agraria y trabajar en la misma de modo directo y personal; y residir en el ámbito territorial donde radique la explotación.