
1- ¿Cuál es el objetivo de la Cátedra que se ha firmado entre UAL y COEXPHAL?
-El objetivo básico es conseguir sinergias y complementariedades en actividades de innovación, investigación y todo tipo de acciones que puedan suponer una transferencia de conocimientos y resultados a los ámbitos productivo-empresarial y académico. Es decir, ello supone aunar esfuerzos y obtener beneficios mutuos a través del intercambio de conocimientos y actividades conjuntas.
Como objetivos más específicos, tal y como el título de la misma indica, evidentemente está, por un parte, la realización de proyectos de investigación de interés para el sector hortícola de Almería, sobre todo con una proyección esencialmente internacional, dado también el carácter exportador de la agricultura provincial. Por otra parte, la aportación y transferencia de resultados de esos proyectos conjuntos a los mencionados ámbitos académicos y empresariales. En este sentido, se incluye una amplitud de vías de trabajo como son publicaciones y otras acciones de difusión (congresos, seminarios, etc.), así como posibles colaboraciones en actividades docentes.
2.- ¿Qué vigencia temporal tendrá y qué actividades iniciales se esperan con su puesta en marcha?
-Esta Cátedra se ha establecido a través de un convenio (de forma similar al de otras cátedras) entre ambas entidades, UAL y COEXPHAL, que tiene una vigencia inicial de 4 años, pero que es prorrogable año a año mientras que dichas entidades estén de acuerdo.
Respecto a las primeras actividades previstas, ya hay algunas en marcha. De hecho, esta cátedra surge tras un proceso de acciones conjuntas entre la UAL y COEXPHAL que se vienen de-sarrollando desde hace algún tiempo. Así, ambas entidades están ya participando y colaborando estrechamente en varios proyectos de investigación europeos conjuntos. Igualmente, a finales de mayo se celebra un congreso internacional, las Jornadas Internacionales de Agricultura Familiar, en las que las dos entidades son de las principales promotoras y organizadoras del evento.
De esta forma, esta Cátedra va a permitir intensificar aún más estas acciones conjuntas en materia de proyectos internacionales y actividades de difusión.
4.- ¿Quiénes podrán beneficiarse de los estudios y proyectos de esta Cátedra sobre Horticultura?
-Como se ha indicado, tanto actores dentro del sector hortícola (empresas, agricultores, cooperativas, etc.) como los que integran el ámbito de la universidad (estudiantes, profesores, grupos de investigación, etc.) se van a beneficiar de los resultados de investigación y aplicaciones prácticas que se obtengan en esta colaboración. De hecho, muchos de los proyectos europeos actuales requieren de una transferencia adecuada los resultados e integran especialistas del mundo empresarial y académico.
5.- ¿Cómo repercutirá la puesta en marcha de la Cátedra sobre el sector hortofrutícola almeriense?
-Concretamente como se pone de manifiesto en el título y los objetivos de la Cátedra están orientados a buscar mejoras de innovación para el sector agroalimentario provincial. La integración de esfuerzos de innovación, de forma similar, a la requerida integración entre empresas y agentes del sector en la oferta de producto, es uno de los elementos necesarios para seguir compitiendo y progresando en un contexto cada vez más internacionalizado y competitivo. Por tanto, se trata de un paso lógico, en la consecución de esfuerzos conjuntos, donde la I+D tiene un valor agregado indiscutible en la sostenibilidad y sostenimiento de la agricultura almeriense.
-Recientemente ha publicado un estudio del que se desprende que la agricultura de Almería es la más sostenible a nivel mundial, ¿Cree que las conclusiones de este estudio beneficiarán a la imagen de nuestros productos en los mercados?
-Entendemos que debe hacerlo, ya que si bien en los circuitos comerciales profesionales puede ser conocida mejor esta realidad y, particularmente, la calidad ambiental de los productos hortícolas almeriense, faltaba una visión científica más amplia y que pudiera transcender a otros ámbitos de la sociedad. Actualmente, estamos tras la publicación de un estudio más extenso del tema a través de un libro monográfico. La idea es que este conocimiento pueda trasladarse de forma más extensa, especialmente que pueda llegar a los consumidores de nuestros productos que son los que al final requieren una serie de valores de producción y calidad a la hora de comprar alimentos.
-¿Cómo ve actualmente al sector hortofrutícola?
-Hay muchas cuestiones sobre las que se podría hablar. Aunque lo veo bien desde el punto de vista de los valores que he mencionado (sostenibilidad), creo que hay importantes aspectos que hay que mejorar de cara a mantener una competitividad internacional y un sostenimiento económico a corto o medio plazo. Unas tienen que venir seguramente desde el exterior, pero otras muchas que dependen de forma interna de los actores del sector.
De forma externa, se hace imprescindible ya la creación de infraestructuras que nos permitan tener opciones de transporte y canalización alternativas a los sistemas actuales. Así por ejemplo, no podemos seguir dependiendo de la carretera y un transporte cada vez más costoso; ello debilita nuestra posición ante factores externos, como petróleo, tasas, entrada de nuevos competidores en la UE, etc.
Por otra parte, se sigue echando en falta una política y programas específicos para nuestro sector, aparte de la dejadez e indefensión que tradicionalmente viene marcando a nuestra horticultura ante propaganda internacional, crisis sanitarias o impunidad de la competencia exterior.
De forma interna, y sobre lo que tenemos más capacidad de actuación, pienso que hay tres carencias fundamentales:
1) La insistente, pero cada vez más necesaria, organización de la oferta ante una distribución dominada por grandes cadenas y que dejan poco o ningún margen para la negociación, además de los desplazamientos o deslocalizaciones hacia países competidores que vienen teniendo dichas distribuidores de cara a suministrarse de hortalizas.
2) La mejora (pese a lo comentado anteriormente de las publicaciones realizadas) de la imagen del sector y de nuestros productos. Hay que unificar criterios (por ejemplo, marcas más globales) y estrategias de difusión (a la vez que defensa ante publicidad negativa) de nuestros valores y calidad productiva, que llegue como he mencionado al conjunto de la sociedad y consumidores finales de nuestras hortalizas.
3) La potenciación de la innovación. Donde también tenemos que aunar esfuerzos y se hace fundamental para seguir compitiendo. Especialmente, veo muy necesario aumentar los esfuerzos en biotecnología, donde, por ejemplo, deberíamos tratar de alcanzar un desarrollo y producción de semillas autóctonas. Creo que en el corto plazo la biotecnología puede marcar la fortaleza o debilidades de los sistemas agrarios, la cual está siendo dominada, de forma cada vez más evidente y preocupante, por grandes multinacionales en el ámbito mundial.