“Las inversiones públicas en Almería no son una prioridad de las Administraciones a pesar de ser la zona más dinámica de Andalucía”
1 ¿Por qué y para qué nació Coexphal?
Para contestar a esta pregunta es necesario hacer un poco de historia. Durante los años sesenta, tras el afloramiento de los acuíferos por parte del Instituto Nacional de Colonización, asistimos a una gran expansión de la producción hortícola en el litoral de nuestra provincia. Sin embargo, esta era comercializada en su totalidad por empresarios del Levante peninsular, que eran los que conocían el mercado. La gran mayoría de las transacciones se realizaban en alhóndigas y el producto salía de nuestra provincia a granel, sin incorporarle ningún valor añadido y sin que ni siquiera conociéramos su destino. En esos años, los exportadores que había en Almería estaban vinculados a la uva de mesa, y apenas tenían relación, salvo excepciones, con la nueva producción hortícola. Estaban representados en el Sindicato de Frutos, una organización dependiente del Sindicato Vertical.
Tras la creación de Mercoalmería, a mediados de los setenta, comienzan a surgir grupos informales de agricultores tanto para acceder conjuntamente a los inputs necesarios para el desarrollo de sus cultivos, como para la comercialización conjunta de los mismos. Con la transición política, en 1977, la nueva legislación democrática permite que los antiguos sindicatos en los que se encuadraba el sector en las provincias con tradición exportadora se transformen rápidamente en asociaciones libres adaptadas a los nuevos tiempos. Coexphal nace en ese momento, como respuesta a las particularidades del campo almeriense.
En nuestra provincia convivían unos exportadores tradicionales en declive con los pioneros de una producción hortofrutícola emergente que en poco tiempo se convertiría en una de las más relevantes de España. Es en este contexto en el que aparece Coexphal como una asociación de nuevo cuño, sin vínculos con la Administración del régimen anterior, para representar a las nuevas empresas de comercialización que estaban surgiendo en la provincia, la mayoría de carácter cooperativo, y ayudarles en su desarrollo y consolidación. En consecuencia, mientras que en la mayoría de las provincias exportadoras las nuevas organizaciones mantuvieron la estructura presidencialista preexistente, en Almería Coexphal se organizó desde sus inicios de una forma mucho más profesionalizada, donde el peso de la gestión recaía en un ejecutivo especializado y no en el presidente.
2.- ¿Cuáles eran los principales problemas que tenía el sector en aquellos primeros años?
Los podemos agrupar en tres grandes bloques, de carácter técnico, institucional y normativo. En primer lugar, tenemos que tener en cuenta en aquella primera etapa nuestro gran desconocimiento del negocio de comercialización y más aún de la exportación, junto con la ausencia de todo tipo de suministros de materiales necesarios para comercializar, así como de las infraestructuras mínimas. Institucionalmente también había grandes carencias, ya que carecíamos de Delegación de Comercio en Almería y todos los trámites había que hacerlos en Murcia. Posteriormente se creó una subdelegación, que después, con el desarrollo de la Autonomía, paso a depender de Sevilla, con lo que al final quedamos en el mayor de los aislamientos. Perdimos el contacto con los exportadores levantinos que realizaban las mismas actividades, y por tanto tenían los mismos problemas que nosotros, y pasamos a depender de Sevilla, donde nadie sabía nada ni de hortalizas extratempranas ni de su comercio exterior.
El segundo bloque venía derivado de la propia legislación española, en aquella época muy intervencionista, que no contemplaba que se pudieran producir hortalizas fuera de la estación tradicional de primavera-verano. Fuera de esos meses, es decir cuando nosotros somos más competitivos, no se podía exportar. Hubo que negociar con la Administración la obtención de licencias de exportación, que en principio solo se autorizaban para cada envío y producto, de forma que si un camión llevaba varios tipos de hortalizas, había que obtener una licencia para cada uno de ellos, y esto con cada camión que se exportaba. Además, los envases autorizados no contemplaban las nuevas variedades de nuestros invernaderos. Por ejemplo, en pimiento la regulación solo recogía el dulce italiano, que se exportaba en envases de 6 kilos. Sin embargo, no se contemplaba la utilización de envases de 5 kilos, que son los más adecuados y los que pedía el mercado, para los pimientos tipo California. Adaptar toda la legislación, que entonces era muy exhaustiva, para que no estrangulara nuestras exportaciones fue una de las principales tareas de los primeros años.
El tercer bloque, de índole legistlativo, tenía un doble origen: la Ley de Protección a Canarias, que obligaba a contingentar la exportación fijando las cantidades según los antecedentes históricos, que en nuestro caso eran cero; y la regulación del comercio exterior del entonces Mercado Común, que era muy proteccionista y fijaba diversos obstáculos a las exportaciones de terceros países (como lo era España en aquel momento), muy difícil de superar. La consecuencia de ambos fenómenos fue la creación de unas comisiones consultivas para algunos productos, en concreto tomate y pepino, donde en reuniones semanales se fijaban en el Ministerio las cantidades a exportar por cada provincia basándose, como hemos comentado, en el volumen de remesas de años anteriores. La función de Coexphal consistió en fijar cada semana la cantidad global a exportar y la que le correspondía a Almería, en dura pugna con las demás provincias exportadoras, y luego distribuir esa cantidad entre los exportadores almerienses, lo que era tan duro o más que lo anterior.
3.- ¿Cómo contribuyó COEXPHAL para poner en el mapa a Almería, como zona productora de frutas y hortalizas?
El gran trabajo de Coexphal fue ir solventando progresivamente todos estos problemas, evitando que se convirtieran en un obstáculo insalvable para el crecimiento de nuestro sector. Y todo ello fue posible gracias a la actitud y la determinación de los agricultores y sus empresas de comercialización. La clave el desarrollo económico de la provincia de Almería fue la decisión de ir a vender los productos a los mercados consumidores y dejar de esperar a que vinieran a comprárnoslos. Eso produjo una permanente conexión con la demanda, además de incrementar de forma notable el valor añadido a las producciones, que es lo que en definitiva ha aumentado la renta y el empleo en la provincia y ha permitido que funcione el modelo durante tanto tiempo.
4.- ¿Cuáles son para usted los principales problemas que tiene el sector hortofrutícola de Almería? ¿Cuáles son sus fortalezas?
Hoy día son innumerables los estudios existentes sobre nuestras debilidades y fortalezas, por lo que me limitaré a señalar lo que desde el inicio ha sido y sigue siendo el principal problema de nuestra provincia: la gran diferencia entre la inversión pública y la privada. Por decirlo en una frase: tenemos los invernaderos más avanzados del mundo (inversión privada), en un entorno tercermundista (inversión pública). Las razones de este desfase son múltiples, pero baste con señalar dos. La primera es la situación periférica de nuestra provincia, que hace que no haya ninguna inversión ajena que nos pueda beneficiar. Es por ejemplo en caso de las comunicaciones de Córdoba, que se ven favorecidas por el eje Madrid-Sevilla. La segunda cuestión es el escaso peso demográfico de nuestra provincia en Andalucía. La preocupación de la política depende de los votos y los nuestros son escasos en comparación con el resto. Por esta simple cuestión las inversiones públicas en Almería no son una prioridad de las Administraciones, a pesar de ser la zona más dinámica de la región. Por ejemplo, para nuestras autoridades el Corredor Mediterráneo no tiene más interés que el que puedan tener en Valencia por la Ruta de la Plata. De ahí el escaso o nulo apoyo que gobiernos y oposiciones muestran a esta infraestructura básica para el futuro de nuestra provincia. Como nulas son las actuaciones en materias tan importantes como el déficit hídrico o la ordenación del territorio rural.
5.- Valore el trabajo de COEXPHAL, durante estos 40 años de existencia, en favor del sector hortofrutícola de Almería.
Su papel ha sido fundamental para el desarrollo de nuestras empresas de comercialización, manteniendo durante todo este tiempo una actitud profesional y enfocada a facilitar la actividad comercial de las empresas. Al contrario que la mayoría de las patronales, que suelen ocuparse más de los aspectos meramente representativos, olvidándose de dar servicio a los asociados.