Desde que el ser humano dio el paso para cultivar sus propios vegetales y dejar de recolectarlos según la disponibilidad en su entorno, el concepto de alimentos de temporada adquirió un significado distinto. Ha sido fundamental para nuestra existencia poder disponer de nuestros propios alimentos de acuerdo con las necesidades de la población y no al libre albedrío de la naturaleza.
¿Qué son los alimentos de temporada?
No existe una definición legal y eso nos adentra en el terreno de la indefinición, la desinformación y la trampa. Parece lógico entender que se trata de aquellos vegetales, hongos o pescados que están disponibles en una determinada estación del año. Lo que sucede es que, según la localización geográfica y el método de producción utilizado, esto puede variar de manera importante.
¿Son de temporada las frutas tropicales de las costas granadina y malagueña? ¿Lo son los kiwis que se cultivan en la península? ¿Y las frutas y hortalizas de invernadero? Por supuesto. Se trata de producciones desde la concepción de la semilla adaptadas a unas condiciones, ciclo y manejo de la producción concretos.
Cuando España produce más tomates o pimientos es entre octubre y junio. Es cuando los invernaderos solares de Almería están en plena producción ¿Tiene base sostener que estos productos no son de temporada? Ninguna, ya que en contra de lo que muchos quieren dar a entender intencionadamente, este no es un método antinatural.
Dice Greenpeace en su última campaña para recaudar fondos – a través de llamadas de teléfono Spam, como hacen las compañías telefónicas, las eléctricas y tantas otras multinacionales – que “los tomates son de verano y las naranjas de invierno”. El filósofo que coordina la iniciativa sostiene esta afirmación en que las hortalizas que encontramos en invierno son de invernaderos que consumen energías fósiles, causando un grave daño al planeta.
Tremendo error de la ONG, a la que se le presupone más seriedad en su modus operandi. Los invernaderos de Almería son solares y eso no quiere decir que tengan instaladas placas fotovoltaicas. Significa que utilizan exclusivamente la energía del sol. El modelo Almería es diferente, por eso está considerado como ejemplo para el mundo.
Esto lo reconoce como tal la comunidad científica, la FAO y hasta la NASA. Tenemos el reto de alimentar a una población que va a crecer durante las próximas décadas como no lo había hecho antes y los expertos señalan al modelo de los invernaderos solares como una solución. Recientemente lo ha dicho aquí, en un invernadero de Las Palmerillas el científico de la NASA Gary Stutte, “constituye una hazaña a través de pequeños productores aprovechando recursos como el sol y el suelo de manera sostenible”.
Casi es más importante la afirmación del premio nacional de investigación en medicina, Miguel Ángel Martínez-González, “lo que se produce en los invernaderos de Almería es un gran beneficio para la humanidad” ¿Saben por qué? La alimentación es clave para nuestra salud y debemos consumir diariamente, al menos 5 piezas de frutas y verduras.
Los invernaderos de Almería son parte de la solución y no el problema, como algunos, interesadamente, quieren hacer creer a los consumidores. Menos falsos calendarios de temporada y mas frutas y hortalizas de verdad.