El director del laboratorio de COEXPHAL, Antonio Belmonte, habla del importante papel que ha jugado este centro, que en este 2018 cumple 30 años, en el sector hortofrutícola almeriense.
1.- ¿Cuáles son las principales diferencias del trabajo que se realizaba en el laboratorio hace 30 años respecto ahora?
-Frente hace 30 años existen muchas diferencias, de hecho, yo no podría contarlas porque tenía 14 años, pero en aquella época según me contaba D. Mariano Contreras, fundador del laboratorio, no existían laboratorios de residuos de plaguicidas, por ejemplo, había mucho campo de mejora. Antes los análisis de residuos eran de un número bastante limitado de plaguicidas, los límites de cuantificación eran los valores de LMRs y los plazos de entrega de resultados eran 3-4 días en el mejor de los casos. Hoy en día, las necesidades son otras, análisis muy amplios de plaguicidas, más de 300, a límites de cuantificación muy bajos, 0.01 mg/kg, y entregas en 24h máximo, por lo que los laboratorios hemos tenido que ir adaptándonos a esta situación.
Otro servicio que comenzó a poner en marcha Labcolor fue el departamento de Microbiología e Higiene Agroalimentaria, allá por el año 2000, como consecuencia de la necesidad de dar respuesta a la falta de conocimiento y diseño de los planes de análisis de puntos críticos, APPCC. Posteriormente comenzó con el departamento de Fitopatología, un servicio exclusivo de Labcolor y que hoy en día es difícil de encontrar.
2.- ¿Cómo cree que ha ayudado el laboratorio de Coexphal al desarrollo y evolución de la agricultura de Almería?
Muchísimo, y probablemente no valorado, ya que el objetivo del laboratorio era dar respuesta a las necesidades del sector que en aquel momento no era posible, y donde Coexphal tuvo que realizan grandes inversiones y un valioso trabajo de I+D.
El laboratorio se crea precisamente como instrumento del sector exportador de productos hortofrutícolas de Almería destinado a mejorar la comercialización mediante el control de los residuos de plaguicidas, asegurando el cumplimiento de las disposiciones legales nacionales y comunitarias sobre contenidos máximos de estas sustancias. Hoy en día, hay muchos laboratorios, y en España han entrado los grandes grupos de laboratorios extranjeros con fuertes grupos de inversión detrás que van monopolizando el sector.
3.- Desde su punto de vista, ¿Cuáles son las principales fortalezas y debilidades del sector hortofrutícola de Almería respecto a calidad de sus frutas y hortalizas?
La fortaleza del sector es su madurez, está en un estado fisiológico maduro. Ha pasado sus épocas doradas, crisis, sus retos y tiene experiencia en gestionar las necesidades de cambio y adaptación.
Más que debilidad hablaría de mejoras. Un espacio de mejora por ejemplo es la comercialización, mejorar el margen hacia el agricultor. También vienen nuevos retos como la digitalización del agro, el auge del ecológico, etc y se deben acometer estos retos sin perder de vista la puesta en valor del producto y de una buena comercialización.
4.- ¿Cuál es para usted el servicio clave que ofrece Labcolor para el productor y el almacén?
-Labcolor ha tenido que adaptarse a una competencia en auge de grandes empresas de laboratorios, y ha puesto en marcha su plan de mejora, centrado principalmente en dar un servicio de asesoramiento, más allá del servicio de análisis.
El laboratorio de COEXPHAL posee personal de gran conocimiento, como son los responsables de sus departamentos. Catherine Jacquin, una profesional de referencia en Microbiología, que asesora a los agricultores y empresas en sus auditorías. La Dra. María Antonia Elorrieta en fitopatología, encargada de asesorar a agricultores y empresas de las posibles enfermedades que pueden tener sus plantas y frutos; o cómo Juan Crespo explica un informe de agronomía a los agricultores. Además, detrás de los responsables hay muchas personas con el gen de Coexphal mirando siempre por el bien del sector.
Recientemente hemos acometidos mejoras, ampliado el horario de atención, hemos creado un departamento comercial, ampliado el departamento de recogida de muestras, hemos incorporado herramientas digitales para la visualización de resultados, peticiones on line, gráficas y demás como valor añadido. Acabamos de ampliar acreditación y vamos a seguir trabajando en estas líneas.
5.- ¿Cuáles son las ventajas o diferencias que ofrece Labcolor a sus clientes respecto a otros laboratorios?
-La diferencia de Labcolor es, precisamente como hemos dicho antes, que detrás de un análisis hay un experto para la comprensión de los resultados, para asesorar en las medidas a realizar ante un problema técnico. Labcolor no es una fábrica de hacer análisis, no somos un laboratorio al uso, somos un gestor de análisis y conocimiento. Prueba de ello, es que participamos en numerosos proyectos de I+D, Grupos operativos, etc, además de ser un Centro de Transferencia de Resultados de Investigación.
6.- ¿Cómo ve Labcolor dentro de otros 30 años?, ¿Por dónde pasa el futuro?
-Es difícil imaginar la situación dentro de 30 años, pero lo que está claro es que tenemos grandes retos por delante. Estamos en una era de digitalización del agro y los laboratorios deben de ir en esa línea. Los laboratorios nos convertiremos probablemente en el centro de validación y control de calidad de los análisis realizados con multitud de sensores, sondas, y demás implantados en el campo. De todas formas, a corto plazo, Labcolor ha puesto en marcha un plan de mejora importante para atender las necesidades del sector, y trabajamos para la era 5.0.