La higiene rural, un trabajo de todos

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HORTYFRUTA, como defensora del campo andaluz, pide que se asuman competencias en esta materia y se acabe con esta lacra

En Almería hay 27.200 hectáreas de cultivo bajo abrigo con una producción que se sitúa en los 2.596 millones de kilos en la campaña 2013-2014, según la última estimación ofrecida por la Junta de Andalucía. Teniendo en cuenta la gran superficie destina al cultivo hortofrutícola y la enorme producción, es imposible no tener en cuenta la cantidad de residuos que genera la agricultura, así como, la forma de gestionarlos para lograr una correcta limpieza del campo.

El sector, que conoce a la perfección esta problemática, ya ha dado pasos en este sentido para lograr una correcta gestión de los residuos agrícolas, sin embargo aún no se ha encontrado la solución más idónea y que satisfaga a todas las partes. Lo que está claro es que la higiene rural es un trabajo de «todos», en el que todos los agentes del sector deben comprometerse a actuar, beneficiando la imagen en conjunto de la agricultura. 

Desde la Interprofesional, consideran la Higiene Rural un elemento básico e indispensable para la solvencia, la profesionalidad y la competitividad del sector, en tanto que supone la adecuación del entorno natural a las condiciones idóneas para el proceso de cultivo y producción. Por este motivo, HORTYFRUTA hace un llamamiento a los agricultores y a los ayuntamientos de las zonas productoras de Almería y Granada para que asuman su responsabilidad en esta materia.

HORTYFRUTA, coincidiendo con el fin de ciclo de algunos productos hortofrutícolas, solicita la correcta gestión de la limpieza en el campo, para evitar riesgos que afecten a la higiene y para minimizar el impacto visual que supone la acumulación de residuos agrícolas. Con el objetivo de acabar con la lacra de la suciedad en el entorno agrario, la Interprofesional pide que se tomen medidas para erradicar el problema, que puede ser causante de la aparición de enfermedades y plagas.

Los residuos procedentes de la agricultura convencional se definen en el Decreto 283/1995, de 21 de noviembre, por el que se aprueba el Reglamento de Residuos de la Comunidad Autónoma de Andalucía, como “residuos de actividades agrícolas, entre los que se incluyen expresamente, los substratos utilizados para cultivos forzados y los plásticos y demás materiales utilizados para la protección de tales cultivos contra la intemperie, así como los envases de productos aplicados en la agricultura, excepto los que sean catalogados  como tóxicos y peligrosos”.

Gestión integrada de los residuos

Para logra una correcta gestión de los residuos que se derivan de la actividad agrícola, se requieren diferentes soluciones que satisfagan a todos los agentes implicados y que ofrezcan una respuesta rápida, ágil y eficaz que evite, por un lado, el abandono de residuos agrícolas que ofrece una imagen muy poco favorable de los municipios con actividad hortofrutícola; y por otro lado, solucione ‘más pronto que tarde’ una de las cuestiones que más acuciantes para la horticultura.

Los principales elementos que intervienen en la higiene rural se pueden resumir en cuatro amplios términos: la gestión de residuos agrícolas, la concienciación por parte de todos, una legislación que regule los municpios de las zonas agrícolas y fundamentalmente contar con recursos necesarios para la dotación de las infraestructuras necesarias para la gestión de residuos. Estos cuatro puntos deben ser los pilares sobre los que se sustente una correcta gestión integrada de los residuos agrícolas. Por último, no hay que olvidar que la información y la formación son fundamentales para lograr una sensibilización por parte del sector.

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