La consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Carmen Crespo, ha apuntado, en la clausura del desayuno-coloquio ‘El modelo Almería’ que ha organizado en Sevilla La Voz de Almería, que “la cuarta revolución está ya en ciernes”
Y se ha mostrado convencida de que “hay que convertirla en una oportunidad para Almería que permita a esta tierra seguir creciendo, continuar incorporando jóvenes a la agricultura y contando con oportunidades de futuro en todos los sectores a través del buen uso de los recursos hídricos, que tenemos que poner a su disposición entre todas las administraciones”, ha recalcado.
Durante su intervención, Carmen Crespo ha apostado por poner “el modelo de Almería como ejemplo en el mundo, ya que esta agricultura es la gran resiliente al cambio climático”, y ha aplaudido “el tesón y valentía” que han demostrado tener los almerienses para “salir adelante con proyectos innovadores”.
Así, ha valorado “la gran sociedad almeriense y los importantes sectores que componen la economía de esta provincia, que se ha hecho a sí misma y que sabe qué senda tiene que llevar para seguir adelante: la incorporación de jóvenes al campo y la mejora del equilibrio de la cadena alimentaria”.
Tres grandes retos
Para Crespo, estas dos cuestiones son, junto al acceso al agua, los tres grandes retos del sector almeriense en la actualidad. Al hilo de este asunto, ha comentado que “para atraer a los jóvenes al campo necesitamos dar mayor certeza y equilibrio a la actividad agrícola”. De esta forma, se podrán evitar los temidos picos de sierra en los precios que, como ha apuntado la consejera, “hacen dudar a las nuevas generaciones de su incorporación a un sector fundamental para la economía andaluza”. “El equilibrio se alcanza mejorando la comercialización y para ello debemos explorar los contratos anuales de campaña y acabar con las compras puntuales”, ha aseverado.
Carmen Crespo considera también fundamental contar con un lobby para llevar los intereses del sector agroalimentario almeriense y andaluz hasta Madrid y Bruselas.
También a nivel comunitario, la consejera espera que España aproveche su próxima presidencia del Consejo Europeo para “introducir en los diálogos de la Unión Europea” en temas como las “cláusulas espejo” en los acuerdos comerciales con terceros países para evitar la competencia desleal de otros territorios que no cumplen con las mismas exigencias. “Y también es el momento idóneo para abordar los mecanismos de mercado, que no se llegaron a tratar en la anterior OCM”, ha añadido Crespo.
Política hídrica
En su discurso, Carmen Crespo ha subrayado que los productores de Almería “saben utilizar el agua como nadie y lo que necesita la provincia es aprovechar todas las fuentes hídricas a su alcance” (desalación, trasvases, presas y aguas regeneradas). “Si ponemos en cuestión la solidaridad del agua o las presas, estamos quitando del sistema grandes posibilidades hídricas que no pueden suplirse con otras fuentes como la desalación o las aguas regeneradas” ha comentado.
Crespo ha apuntado la importancia de que todas las Administraciones colaboren en este ámbito y ha solicitado al Estado más fondos Next Generation para política hídrica en general y para modernización del regadío en concreto.
Innovación en campo y agroindustria
En otro orden de cosas, Carmen Crespo ha resaltado que “Andalucía no exporta solo productos agroalimentarios de la máxima calidad, sostenibles y saludables; sino también tecnología, I+D+i y el ‘saber hacer’ de los profesionales que componen su sector agrario”.
“Somos el Agro-Valley de Europa”, ha afirmado, citando como ejemplo los invernaderos solares, el proyecto Demofarm, el Polo de Innovación Agroalimentaria y “el nanosatélite que vamos a lanzar para conocer más datos del suelo, que va a ser seña de identidad para el futuro”.
Este lanzamiento se enmarca en el proyecto Smartfood LifeWatch ERIC, que lidera la Consejería de Agricultura y permitirá enriquecer la plataforma ‘Siembra’ con información de gran interés sobre los cultivos, el clima y el suelo para optimizar recursos y aumentar la competitividad y rentabilidad de las explotaciones mediante la planificación de las cosechas.