En los últimos diez años, Koppert se ha enfocado en los cultivos al aire libre. Según sus investigaciones, «producir estos cultivos tiene una gran ventaja: el aire libre es el hogar de una gran cantidad de pequeños enemigos naturales cuya aportación espontánea no llega a contabilizarse en una estrategia de Gestión Integrada de Plagas (GIP)».
Estos enemigos naturales pueden aumentar la eficacia del control biológico de plagas. Por este motivo, se debe cuidar de estas útiles criaturas para utilizar sus fortalezas en lugar de matarlas. Es decir, hay que saber cómo aprovechar el valor añadido de los ayudantes de la Naturaleza. Los enemigos naturales (insectos beneficiosos) desde hace años se utilizan a gran escala para combatir plagas.
Los productos químicos para la protección de plantas actualmente se usan solo en casos de emergencia y solo están autorizados aquellos productos que no dañan a los enemigos naturales.
Mucho que ganar
En el apartado «Productos y soluciones» de su web muestra información detallada sobre las plagas que cada enemigo natural puede controlar con eficacia. Y ofrece datos curiosos como que una sola avispa parásita puede matar hasta 300 pulgones. Los enemigos naturales enumerados se crían comercialmente para este propósito, pero en los cultivos al aire libre hay muchos más insectos beneficiosos que están presentes de forma espontánea.
Consejos para aprovechar los enemigos naturales
Koppert aconseja utilizar solo productos fitosanitarios que no tengan impacto sobre los enemigos naturales. En el apartado «Base de datos de efectos secundarios» de su web ofrece toda la información actualizada sobre qué pesticidas son dañinos o inofensivos para los enemigos naturales.
La empresa cuenta con asesores técnicos que ayudan a determinar los mejores momentos para usar cada una de sus soluciones biológicas.
El suelo es el hogar de muchos enemigos naturales, como ácaros depredadores, escarabajos, arañas y nematodos beneficiosos. El productor debe estar seguro de que el suelo sea un buen lugar para que vivan todos esos organismos vivos.
Plantar setos de flores o arbustos ayuda a atraer a ciertos enemigos naturales que aportan un efecto muy beneficioso para el control biológico de plagas.