GESTIÓN de los restos vegetales

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Los restos vegetales son un residuo inherente a la producción agrícola que, tradicionalmente, se han venido aprovechando en los sistemas agrarios sostenibles en una u otra forma. Sin embargo, la densidad de los cultivos horticolas bajo invernadero del sureste español ha hecho que estos restos vegetales constituyan un serio problema al que se le lleva buscando solución desde hace más de dos décadas. Muchas son las actuaciones que se pueden hacer para dar una salida útil no contaminante a este tipo de residuos. 

Mª Antonia Elorrieta, responsable del Departamento de Fitopatología de Labcolor, Laboratorio de COEXPHAL, explica que los residuos vegetales son un problema de una envergadura que difícilmente se va a resolver con una solución única. “Desde mi punto de vista, su resolución requiere de diferentes actuaciones dirigidas desde distintos ámbitos: Administración, empresa y agricultor. Las fincas donde se produce tienen diferentes características y con diferentes cultivos. Estas diferencias (la estructura de las instalaciones, la mano de obra disponible en la explotación, la forma de cultivo, la situación fitosanitaria del mismo) hacen que haya que considerar diferentes opciones posibles para poder gestionar esos residuos. Hay que pensar que los restos vegetales, son en sí materia orgánica y que por lo tanto, tienen un gran valor agronómico y       ambiental, y su aprovechamiento es deseable”. 

VARIAS SOLUCIONES

Para Elorrieta no hay un única solución. “Por ejemplo los restos de melón y sandía se pueden emplear muy bien para alimentar al ganado, ya que además tienen poco contenido para otros fines. En cambio, los restos del pimiento se están usando ahora se están usando ahora para abonado en verde, además de para compostaje, y los agricultores están bastante satisfechos con los resultados de esta práctica, sobre todo si es una finca sin arena. En fincas con enarenado esta práctica es discutible si no se quiere retranquear para añadir el resto vegetal. El tomate se está usando tanto para abonado en verde con menos frecuencia que en pimiento por la mayor dificultad de quitar la rafia. Ambas vías parecen muy interesantes y apostaría por ellas, pero teniendo en cuenta qué cultivo tiene el agricultor». Elorrieta defiende que exista la posibilidad de autogestión de los restos por el agricultor en su propia finca, de forma controlada, si así lo desea. «Pero también hay que tener en cuenta que hay muchísimos casos en los que estas prácticas no se pueden hacer, y el agricultor tiene que llevar sus restos a centros de acopio”.

Esta experta considera que si tenemos que añadir materia orgánica a nuestro suelo, “no tiene sentido que esa materia la estemos sacando y tirando”.

COMPOST

Joaquín Moreno, profesor de la Universidad de Almería define de forma simple el proceso de compostaje: “Después de casi 25 años estudiando las posibilidades de tratamiento de los residuos vegetales en Almería, he tenido la oportunidad de conocer docenas de propuestas de solución: incineración, gasificación, construcción de materiales de tipo aglomerado, ensilado para alimentación animal, biometanización, y un largo etcétera. Estas propuestas no han funcionado por diversos motivos. El compostaje se ha usado como alternativa de tratamiento más que ninguna otra técnica, sin embargo, los resultados no siempre han sido buenos. Y esto no es porque la técnica sea inadecuada, sino porque no se ha gestionado correctamente. Aún así, personalmente yo propondría el compostaje como solución para el tratamiento de los residuos hortícolas, pero con la exigencia imperativa de que el proceso sea gestionado y dirigido correctamente. Y en este término ‘correctamente’ se encierran todas las claves del éxito”.

Moreno considera que los beneficios ambientales que proporciona el compostaje son importantes ya que “permite el reciclado de la materia orgánica, de una forma respetuosa con el medio ambiente, aprovechando la biosama y devolviéndola al suelo. Además el compostaje es el tratamiento que exige una menor inversión para su puesta en marcha y funcionamiento, así como también es poco exigente desde el punto de vista de la tecnificación”.

ABONO EN VERDE

En los últimos años se está extendiendo esta práctica en el campo. Antonio Yélamos, técnico de Frutas Escobi apunta que la mayoría de los agricultores de pimiento que esta comercializadora tiene en la zona de Dalías realizan esta práctica desde hace bastante tiempo y “les está funcionando muy bien”.

Por su parte, Mª Antonia Elorrieta apunta que “en la mayoría de las visitas que últimamente hago al campo observo que los agricultores llevan a cabo el abonado en verde. Dejan las matas en el suelo donde las trituran con tractores con aperos tipo molino de martillos por ejemplo, los cuales tienen o alquilan. Mezclan el residuo con el suelo, o retranquean la arena, o lo mezclan. Según estos agricultores, la mayoría de pimiento, el coste de hacer este abonado en verde es casi igual que el de su retirada a un centro de acopio, con la ventaja de que en el primer caso se quedan con la materia orgánica”.

VERMICOMPOSTAJE

Otra de las técnicas que también cuenta con trayectoria en el sector hortofrutícola es la del vermicompotaje. La preocupación por el medio ambiente llevó a CASUR a constituir la empresa TECOMSA (Técnicas del Compostaje SA), que cuenta con una Planta de Vermicompostaje en la que se transforman los restos vegetales en un humus de lombriz, con una calidad muy alta debido a que se extrae de las propias plantas, es decir, el desecho vegetal que sale del invernadero, vuelve a él convertido en materia orgánica que favorece, desde el enraizamiento de la planta, hasta su posterior desarrollo.

Además, también pretende conseguir que el agricultor mejore su rentabilidad económica, facilitando la reducción de sus costes de producción gracias al suministro de la materia orgánica elaborada con humus de lombriz, a partir de sus propios restos vegetales, que vuelve otra vez a los invernaderos con unas características y propiedades especiales, así como con un precio bastante asequible.

AUTOGESTIÓN

El Ayuntamiento de El Ejido ha asumido las competencias para las solicitudes de autogestión de compost. Desde el consistorio se señala que a partir de ahora será también la Administración local la que resuelva las solicitudes de autogestión de compost en la propia finca a aquellos agricultores que estén interesados. De esta forma, el agricultor que decida autogestionar los restos procedentes de su invernadero, siempre que cumpla con los requisitos de la normativa contará con la licencia muncipal que permita dar solución a sus restos vegetales.