España exportó 50.155 toneladas de frutas y hortalizas por valor de 56,5 millones de euros en 2021 a Arabia Saudí, convirtiéndose de esta forma en uno de los primeros destinos no europeos. Unas cifras interesantes para arrancar la primera sesión del World Fresh Forum, en la plataforma LIVEConnect, dentro del marco de FRUIT ATTRACTION, que tuvo lugar ayer y donde se analizaron las oportunidades del mercado hortofrutícola en Arabia Saudí.
En el debate participaron responsables de la Administración, tanto de MAPA como MINCOTUR, de la Oficina Económica y Comercial de España en Riad y de los importadores y distribuidores de Arabia Saudí. Este Foro está organizado por ICEX España Exportación e Inversiones, IFEMA y FEPEX, y acogerá un total de cuatro sesiones -Arabia Saudí; Vietnam; Canadá y Emiratos Árabes- entre el 12 y el 15 de septiembre. La estrategia de esta convocatoria es reforzar con la posibilidad de que los expositores contacten con los importadores de todos los mercados estratégicos.
Gran importador de frutas y hortalizas
La evolución de la exportación española de frutas y hortalizas frescas a Arabia Saudí en los últimos años ha tenido altibajos, pasando de 45.963 toneladas en 2016 a 53.788 toneladas en 2017, 48.224 toneladas en 2018, 65.087 toneladas en 2019; 55.685 toneladas en 2020 y 50.155 toneladas en 2021, según datos del departamento de Aduanas e Impuestos Especiales, procesados por FEPEX (Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas vivas). En valor, la exportación hortofrutícola española totalizó en 2021 un total de 56,5 millones de euros.
Arabia Saudí es un destacado importador de frutas y hortalizas. De acuerdo con datos de Euromonitor, el mercado de frutas y verduras en Arabia Saudí alcanza un valor de 2.000 millones de dólares y se sitúa en cuarto lugar en la región de Medio Oriente y África, y en décimo segundo puesto en términos de crecimiento. El 72,4% de los productos hortofrutícolas son importados.
No obstante, el país ha tomado durante el transcurso del 2022 una posición proteccionista, elevando los aranceles de aquellos productos sobre los que posee cierta industria productiva. Tal es el caso de hortalizas y frutas como la berenjena, pepino, tomates, cebolla, sandía, melón o zanahorias, cuyo aumento arancelario se sitúa entre un 10% y un 15%.