“El cooperativismo es el modelo agrícola del siglo XXI”

Inma Martínez

Inma Martínez, presidenta del Comité de Expertos y copresidenta del Comité Ejecutivo del GPAI (Agencia del G7 para la Cooperación de Inteligencia Artificial) ofrece algunas claves del presente y futuro inmediato de la agricultura.

“El cooperativismo es esencial para un sector en el que tenemos que ayudarnos los unos a los otros. Las cooperativas están colaborando a que no haya separación entre grandes y pequeños agricultores. Compartir datos y buenas prácticas es un modelo tan tradicional como imprescindible en el siglo XXI. El modelo mega industrial va en caída”. Lo dice alguien que vive inmersa en el mundo de la tecnología y la digitalización.

Tras abrir el V Foro DATAGRI 2022, que se desarrolló en El Ejido los días 10 y 11 de noviembre, con la conferencia central y visitar la Estación Experimental Las Palmerillas de Cajamar, viajó a Japón, “donde existe un modelo de agricultura similar al de España, porque se basa en pequeños y medianos empresas agrícolas trabajando juntos en cooperativas”, indicaba.

La experta en inteligencia artificial resaltó que “en Japón trabajan con maquinaria robótica con algoritmo, que indica cuándo recoger la cosecha, cuándo llega a la central de compras y cuándo va a estar en la estantería del supermercado. Cosechadoras que al mismo tiempo que retiran grano te indican si está húmedo y así saben cuál hay que desechar. Además, a través del satélite saben qué campo está listo para recolectar”. Acercar esta tecnología hasta el móvil del agricultor ya es posible.

Digitalización

La digitalización se traduce en más calidad, más potencialidad y más ganancias. Y va de la mano de la sostenibilidad, que está en boca de todos. Por definición, la sostenibilidad consiste en satisfacer las necesidades de las generaciones actuales sin comprometer a las necesidades de las generaciones futuras, al mismo tiempo que se garantice un equilibrio entre el crecimiento de la economía, el respeto al medioambiente y el bienestar social.

En opinión de Inma Martínez, “ha llegado para quedarse. Todo apunta hacia una economía verde y sostenible. La industria debe realizar un seguimiento y localización de alimentos para demostrar cómo se han cultivado, la salud de los animales, la trazabilidad… Los Gobiernos no se pueden permitir más pandemias o enfermedades. El consumidor está aprendiendo a leer etiquetas -qué tiene y cómo se ha fabricado-, y a reclamar si es necesario ante el regulador, asociación o supermercado”, asegura.

ODS

La Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) exigirán que el campo se regenere y coexista con los ecosistemas. Los Gobiernos van a exigir una serie de datos que solo será posible aportar con la digitalización. “En los próximos 10 años vamos a ver una transformación digital en el sector agroalimentario y los agricultores que no se sumen se quedarán atrás en beneficio y rendimiento. La agricultura que tenemos por delante se debe enfocar en la precisión y la previsión de eventos en el campo y en la ganadería porque tenemos muchísimos momentos críticos que están afectando al sector como el cambio climático, aumento de la población (en 2050 seremos casi 10.000 millones de personas en la Tierra) y temas muy importantes como son la necesidad de manejar los recursos de agua con más exactitud y sentido común”.

En esta línea, “el campo de Almería es un ejemplo claro del uso de la tecnología. Un referente mundial”, asegura la asesora de Gobiernos en materia de inteligencia artificial.

“Aquí se trabaja de una forma innovadora con visión de futuro y es un modelo que tiene mucho que aportar a otras regiones del mundo. Verdaderamente es un Silicon Valley Agro”, concluye.

 

Redaccion AenVerde

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