Cajamar publica los principales indicadores de sostenibilidad del sector agroalimentario

Cajamar

La sostenibilidad de la producción de la agricultura y la industria alimentaria es un reto crecientemente demandado por la sociedad. Es necesario asegurar que la capacidad de producir alimentos se mantenga para las generaciones futuras y ello requiere atender simultáneamente criterios económicos, sociales y ambientales.

Cajamar ha publicado un libro titulado ‘Indicadores de sostenibilidad del sector agroalimentario español’ elaborado por investigadores del Centro de Estudios e Investigación para la Gestión de Riesgos Agrarios y Medioambientales (CEIGRAM), bajo la coordinación de Isabel Bardají, catedrática de Economía, Sociología y Política Agraria de la ETSIAAB y directora del CEIGRAM.

El trabajo pretende servir de observatorio de un conjunto de indicadores que facilitan el seguimiento de los avances hacia esa sostenibilidad en el sector agroalimentario español en el contexto de la UE-27. En total se incluyen alrededor de 60 indicadores que abarcan aspectos como el valor de la producción final agraria, el consumo de alimentos y el sobrepeso, el uso del agua y la energía, el balance de nutrientes, las emisiones de gases de efecto invernadero o la producción ecológica.

El análisis de su evolución permite comprobar la importancia del sector como fuente de renta, empleo y de divisas para el conjunto de la economía y también detectar algunos problemas como el importante grado de envejecimiento y la reducida proporción de empleo femenino en el sector primario, la magnitud de las pérdidas y desperdicios en la cadena o la extensión de la obesidad en la población adulta.

Los aspectos ambientales reciben una especial atención y en su evolución se observa que, aunque cada vez se consume menos agua y energía, se reducen las pérdidas de suelo por erosión y se cultiva más en ecológico, se mantienen valores preocupantes en aspectos como las emisiones de gases de efecto invernadero o de contaminantes atmosféricos como el amoniaco.

España es el país de la UE-27 con valores más bajos (0,5 t Co2 eq/ha)  en emisiones de Gases Efecto Invernadero por superficie, casi 6 veces inferior a las de los Países Bajos o la mitad de las de Francia.

Indicadores económicos

La aportación de la agricultura al VAB en España supera a la de la industria alimentaria, al contrario de lo que ocurre en la UE-27, mostrando de esta forma su mayor capacidad para generar valor.

En cuanto a la productividad del trabajo, en España es superior a la que se observa en la UE-27 fruto del crecimiento del VAB y de la caída del empleo, lo que unido a los menores salarios se traduce en una mejora de la competitividad.

Tanto en España como en la UE-27 el índice de precios al consumo ha experimentado un aumento. Por sectores destaca el incremento de los precios de las frutas y hortalizas, cuyo crecimiento se sitúa por encima del índice global, mientras que cereales, pan, carnes y vinos se mantienen por debajo. Por otra parte, si se tiene en cuenta la paridad del poder adquisitivo, la compra de alimentos es más barata en España que en la UE-27.

En España el índice de precios del productor (IPP) de frutas, hortalizas y aceite de oliva están por debajo del IPP general.

Indicadores sociales

La agricultura continúa siendo la mayor fuente de empleo en el conjunto del sector agroalimentario en España, estabilizándose en los últimos años en torno a 1,3 millones de trabajadores. Para el conjunto de la UE-27 esta estabilización no se ha producido y se mantiene la caída global del empleo, superando también la agricultura a la industria alimentaria como fuente de empleo. En ambos casos, el empleo del sector representa en torno al 8% del empleo global de la economía.

En contrapartida destaca  la reducida proporción de empleo femenino, tanto en España como en la UE-27. El grado de envejecimiento relativo de la mano de obra en la agricultura es mayor que en la industria. Además, en la UE-27 es mayor que en España, superando también al de la industria alimentaria. Es significativo el hecho de que en épocas de caída de empleo, esta afecte más a los jóvenes en España.

Paralelamente se ha producido un aumento de la mano de obra inmigrante, especialmente en el sector primario. En España, representa casi el 25% del total de trabajadores en la agricultura, frente al 7% de la UE-27, lo que supone que aproximadamente la tercera parte del total de trabajadores inmigrantes en la agricultura europea estén en nuestro país. 

La brecha salarial de género se observa en todos los sectores, pero mientras que en el sector agrario supone el 37% del salario de los hombres, para el conjunto de la economía se sitúa en el 21%, aunque se observa una mejoría en los últimos años.

El volumen total de pérdidas y desperdicios de alimentos en la agricultura, la industria alimentaria, el comercio y restauración y los hogares en España se sitúa cerca de los 4,4 millones de toneladas anuales, lo que representa el 6,5% del total de la UE-27. La mayor proporción de pérdidas en España se produce en la fase industrial (34%), seguida de los hogares (23%), la agricultura (23%) y el comercio y restauración (20%). Por el contrario, en la UE-27 es en los hogares donde se produce la mayor parte de los desperdicios (45%) seguido de la industria alimentaria (32%).

Indicadores ambientales

El principal uso del agua en España es en los regadíos, con cerca del 70% del consumo total, mientras que el de la industria agroalimentaria apenas representa el 0,7%. Globalmente ha descendido debido fundamentalmente a la disminución del uso en la agricultura como consecuencia de la modernización y transformación del regadío, y a los cambios políticos y sociales derivados de la implementación de la Directiva Marco del Agua.

En cuanto a la energía, en España, al igual que en la UE-27, el tipo de energía más consumida en la agricultura es el petróleo, seguida de la electricidad, aunque en el caso europeo destaca un mayor uso directo de energías renovables y de gas natural. En España, el uso directo de energías renovables en la agricultura es todavía muy reducido, con valores entre el 1-3%.

España presenta uno de los menores niveles de carbono orgánico de la UE-27 en la tierra cultivable. El riesgo de erosión del suelo es un problema grave en España, aunque va disminuyendo. Aun así, el 97% de la superficie se considera «superficie erosionable» y de esta, el 20% presenta erosión «muy grave».

Emisiones de gases de efecto invernadero

En las emisiones de GEI de la agricultura por superficie, España es el país dentro de la UE-27 que presenta valores más bajos, con 0,5 t CO2 eq/ha, casi 6 veces inferior a las de los Países Bajos o la mitad de las de Francia.

Producción ecológica

En casi todos los países europeos se observa una tendencia al aumento de la superficie
ecológica. España cuenta con la mayor área, con 2,3 millones de ha, lo que representa el 10% de la superficie total de cultivo, todavía lejos del objetivo del 25% que establece la Estrategia «De la Granja a la Mesa», aunque por encima de la media europea. Dentro de la UE-27 tan solo Austria, con el 26%, y Estonia y Suecia, con el 20%, superan o se acercan a este fin.

La obra está disponible para su descarga gratuita en PDF en la web de Plataforma Tierra, la Comunidad Digital de Conocimiento Agroalimentario que impulsa Grupo Cajamar.

Redaccion AenVerde

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