
El 15 de abril de 2019 fue aprobado el protocolo fitosanitario para poder exportar tomates frescos desde España a Canadá, han informado desde el Ministerio de Agricultura (MAPA).
Normalmente se debe contar con un procedimiento (denominado System Approach, en el caso canadiense) que minimice el riesgo de transmisión de nuevas plagas y enfermedades vegetales en el país de destino. Para ello, esquemáticamente hablando, tras la solicitud de un estudio por parte del país de origen, se listan las plagas y enfermedades que afectan o pueden utilizar como vector al producto a exportar.
Para el caso del tomate español con destino Canadá, se ha debido poner a punto un protocolo para luchar contra la polilla del tomate (Tuta absoluta).
Y de acuerdo con el protocolo, el MAPA es el responsable del seguimiento y auditoría, siempre con la supervisión del Canadian Food Inspection Agency (CFIA). Los invernaderos e instalaciones de empaquetado y preparación, deberán estar registrados y reconocidos como aptos por el MAPA, que enviará el listado de las instalaciones al CFIA. El MAPA publicará una lista de referencias y guías de actuación para poder exportar sin riesgo.
Uno de los requisitos del protocolo es que el tomate fresco deberá ir sin tierra, restos vegetales (hojas, tallos, cálices, o ramas). El resto de medidas preventivas para las demás plagas determinadas como peligrosas para Canadá, también son de aplicación.
El protocolo contempla también medidas de manejo en parcela y en la instalación de empaquetado y preparación.