Agua y energía, dos aspectos que están en plena actualidad y que protagonizarán las ponencias y encuentros que tendrán lugar los próximos 27 y 28 de abril en el Foro Binomio Agua Energía en el Museo Arqueológico de Almería.
Los responsables de mismo hablan de esta importante cita y del porqué de su celebración.
Esteban Arimany, Abogado del Estado y co-director del Foro Binomio Agua Energía
¿Por qué un Foro que trata del agua y la energía conjuntamente?
Evidentemente agua y energía pueden tratarse por separado y no se descartan aportaciones en tal sentido. Pero, como nos dijo gráficamente una organización colaboradora del Foro, “para nosotros es la misma cosa”. La afirmación puede parecer exagerada, pero ayuda a visualizar que estamos ante dos elementos que presentan puntos en íntima interconexión. Y es en estos puntos de intersección en los quiere trabajar especialmente el Foro. Se trata de una aproximación que ya se está empleando en una diversidad de equipos de análisis e investigación, en las empresas y en las distintas instituciones. Agua y energía condicionan el devenir de nuestras vidas, e incluso constituyen sustento necesario de su existencia. La energía es absolutamente necesaria para producir y distribuir agua para los distintos usos, y el agua, a su vez, es susceptible de ayudar a producir energía en un contexto de economía circular y autoconsumo. Resulta, además, que ambos elementos están afectados por crisis severas de escasez y costes en un momento en el que la sociedad, consciente del cambio climático, se ha marcado exigentes requisitos de descarbonización. Parece, pues, oportuno ese tratamiento conjunto.
¿Por qué se celebra en Almería?
En estas cosas siempre puede haber un elemento de aleatoriedad, quizás en nuestro caso el hecho de que dos de los cuatro directores del Foro tenemos nuestra sede profesional en Almería. Pero, más allá de tal anécdota, todos hemos apostado por Almería como territorio predominantemente árido, afectado por una escasez congénita de agua que, sin embargo, ha sabido realizar un tratamiento altamente eficiente de la misma, hasta el punto de que estamos ante uno de los principales centros de producción de alimentos del mundo con un consumo comedido y óptimo de agua. Se dice gráficamente que en Almería con menos utilización de agua se producen y se tratan más productos agrícolas que en cualquier otro lugar, sin olvidar su pujante industria. Por otra parte, en la provincia de Almería no falta ni sol ni viento y, por tanto, somos capaces, como ya está sucediendo, de producir energías renovables y de ir abandonando la utilización de fósiles, en un escenario de creciente descentralización de los puntos de producción energética. En todo caso, quiero resaltar que la elección de Almería como sede del Foro no es coyuntural. Aspiramos a que el Foro Agua y Energía se constituya en un espacio mediterráneo de excelencia e influencia en estas materias. Pero Almería continuará siendo punto de referencia en las actividades del Foro, de modo que éste también generará para Almería una posición de liderazgo compartido.
José Esteve Pardo, Catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad de Barcelona.
¿Cómo incide el cambio climático en el binomio del agua y la energía?
El cambio climático no puede definirse con precisión en el plano científico. El consenso de la comunidad científica solo alcanza en la actualidad a reconocer que la acción humana, potenciada por el poderoso tejido industrial y tecnológico del que nos hemos dotado propicia el cambio. A partir de ahí, sobre los efectos de ese cambio, sus tiempos o la efectividad de las medidas para combatirlo, se abren amplias discrepancias.
Lo que sí es seguro y cierto es el desarrollo legislativo que el cambio climático ha generado, particularmente en la Unión Europea y en España, destacando sin duda la “Ley de cambio climático y transición energética”. Una ley que no solo programa intervenir en la actividad productiva, sino que aspira a cambiar el modelo para transitar a una economía descarbonizada, con una especial incidencia en el sector de la energía y también en el agua.
¿Qué comporta esa transición?
Pues que habrá unos ganadores, los que sean capaces de operar en el nuevo modelo, y unos perdedores, los que se mantengan adscritos al modelo anterior. Consciente de esta realidad, la legislación aspira a que esa transición sea justa, compensando a los que más negativamente se vean afectados por ella. Se prevén así acuerdos de transición justa que pueden integrar a ciertos modos de producción agrícola o de consumo de agua y energía.
Lorenzo Mellado, catedrático de derecho administrativo de la Universidad de Almería, co-director del Foro Binomio Agua Energía
¿Qué influencia puede tener el cambio climático en la disponibilidad de agua y energía?
Se trata de dos recursos escasos y estratégicos. Su gestión pasa por la adecuada combinación entre las medidas de intervención para asegurar su disponibilidad y suficiencia y los principios inspiradores de integración, circularidad y mutua imbricación. La aceleración de las alteraciones climáticas va a tener consecuencias importantes tanto sobre la existencia en calidad y cantidad de los recursos hídricos como sobre la asequibilidad y distribución de las fuentes de energía. Se imponen, por ello, medidas de minimización y adaptación en ambos campos, junto con la necesaria integración de la variable climática en los sistemas de gestión y la profundización en las mutuas relaciones sistémicas entre ellos.
¿Existen soluciones innovadoras, desde la interrelación entre energía y agua, para garantizar su existencia, asequibilidad y distribución territorial?
Sí, desde diferentes campos de investigación y desarrollo y a través de nuevas técnicas y procesos, es posible identificar ya nuevas posibilidades de disponibilidad de recursos a partir de las relaciones entre la producción de energía y la suficiencia de recursos hídricos para los diferentes usos sociales y ambientales. Así, la producción de hidrógeno renovable a partir de la utilización de fuentes de energía verde y la utilización de la electrólisis del agua puede garantizar la existencia de energía barata, asequible y distribuida en un futuro cercano. La valorización energética de los residuos de las actividades de depuración de aguas puede contribuir a la generación de recursos energéticos alternativos. Los fangos igualmente pueden reutilizarse con fines agrícolas o para la restauración de suelos degradados, tras su adecuado tratamiento, con una especial atención a la estruvita, con múltiples ventajas desde el punto de vista de la economía circular. Las relaciones, en fin, son mutuas y bidireccionales, pero siempre con el objetivo de su mutua interdependencia para la contribución a la resolución de los problemas de dependencia, escasez e irregularidad tanto en la disponibilidad de recursos hídricos como de energías limpias.

Estanislao Arana García, catedrático de Derecho administrativo de la Universidad de Granada y director Académico del Foro de la Economía del Agua.
Como experto en gestión del agua, hay un tema esencial para Almería, como es el de la actual situación de sequía ¿Caben medidas para mejorar la gobernanza del agua en España en relación a este aspecto?
Es necesario impulsar medidas estructurales para solucionar el problema de la sequía en España, evitando un uso partidista del agua. Por eso se espera que las administraciones busquen una solución estructural que permita anticiparse a los periodos de sequía.
Los problemas hay que solucionarnos no en una situación como la actual, de alarma por sequía, sino con más tiempo y antelación, con recursos suficientes.
Son tres las medidas para tener una mayor seguridad hídrica.
- Lareutilización del agua, donde somos pioneros, pero queda mucho por hacer», sobre todo para agricultura e industria.
- La mejora de las infraestructuras hídricasen cuanto al abastecimiento a los ciudadanos se refiere. Son muy antiguas, más de 40 años en muchos casos, con fugas y necesitan una reinversión»
- Ladesalación de agua. Hasta ahora no se ha utilizado suficientemente porque la gran necesidad de energía la hacía muy cara, pero con las renovables se puede mejorar este aspecto. Es este uno de los aspectos donde el Foro Agua y Energía puede establecer propuestas de mejora y canalizar posibles soluciones de futuro.
A su juicio, ¿por qué se utiliza el agua como un «arma política?
«Estamos mal acostumbrados a vivir en España a golpe de elecciones y eso casa mal con las infraestructuras y las tomas de decisiones importantes como las vinculadas al agua, apostando por decisiones estratégicas que introduzcan medidas estructurales.
La conciencia del valor del agua, a veces, lamentablemente tiene más que ver con el precio que con el uso y destino que se le da a la misma. La normativa incide en que se ponga el acento del valor del agua conforme a su protección y mejora ambiental, pero sin omitir su valor estratégico y crucial para el devenir de la sociedad.
En este sentido, es preciso, impulsar la solidaridad y la inversión, por ejemplo, implantando la digitalización y las mejores tecnologías disponibles para el desarrollo del regadío agrícola; o reduciendo las fugas de aguas en las ciudades, a través de una renovación cíclica de las infraestructuras de distribución y de los trasvases».