En Agrícola Navarro de Haro garantizan siempre que la recolección de los productos sea en su momento justo de maduración. Según explican, en un producto como la sandía conocer el proceso de maduración de la fruta es esencial, ya que recoger la fruta antes de tiempo da lugar a productos demasiado verdes y escaso sabor.
El caso contrario también es contraproducente, ya que recoger la sandía de forma tardía desajusta el sabor auténtico y fresco de la fruta.
Es por ello que su personal controla cada día las fases de maduración, el abonado, los riegos y cualquier otra corrección necesaria en cada una de las fincas. Así, supervisando todas las condiciones climáticas y nutritivas de la planta, se aseguran con perfección el momento de recolección.
Control biológico
En cuanto a la protección de las plantaciones, en Agrícola Navarro de Haro han apostado una campaña más por el control biológico en sus cultivos para reducir el uso de químicos y obtener un mejor control de las plagas. Además usan vegetación cerca de los trasplantes de sandía, que sirve como refugio o alimento para la fauna auxiliar en los cultivos. De este modo se anticipan la aparición de plagas, especialmente en los cultivos más tempranos.
También han instalado acolchado de plástico en el suelo para evitar la evaporación de agua. Así mismo, usan tunelillos o malla de cubierta para ayudar la enrraización de la sandía especialmente en las primeras semanas. De forma progresiva y en función de la temperatura de la zona las plantaciones se irán destapando y dejando paso a la recolección posterior.