La gestión de residuos de plásticos agrícolas es uno de los principales problemas a los que se enfrenta el sector y preocupa tanto o más que al colectivo de los ecologistas y a la sociedad en general. «Preocupa porque afecta al medio ambiente, a la propia salud y a la imagen que se proyecta del sector que pone en entredicho el trabajo agrícola».
Así lo ha expuesto Rosa García Martínez, del departamento de Agroecología de APROA (Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas), en su participación en la jornada técnica’ Stop Vertidos Ilegales – Impacto y gestión de residuos plásticos en Almería’, que ha tenido lugar esta mañana en el Aula Bioclimática de la Universidad de Almería.
Esta iniciativa organizada por Ecologistas en Acción, con la colaboración del Vicerrectorado de Deportes, Sostenibilidad y Universidad Saludable de la UAL, «ha sido muy acertada al reunir a distintos sectores involucrados. El objetivo es unir fuerzas para encontrar soluciones porque todos queremos tener un campo limpio».
Origen del problema
Desde APROA aseguran que el agricultor tiene la capacidad para reciclar el 100% de los residuos plásticos que genera. El problema surge de tres vertientes:
Agricultores descuidados. Como en cualquier sector, siempre hay personas que no hacen las cosas bien. La única forma de corregir esta tendencia es identificarlos y que la Administración aplique la correspondiente sanción.
Competencia desleal de gestores no autorizados que operan al margen de la ley. Empresas que pasan por la explotación del agricultor, le cobran por la entrega de sus residuos, llevan a sus instalaciones los que tienen algún valor económico y el resto lo arrojan al medio ambiente sin ningún control.
La falta de formación de algunos agricultores también es otra de las causas ya que no hay un sistema integral de residuos plásticos agrícolas. El agricultor es el que tiene que preocuparse de llevar el residuo a un gestor autorizado y obtener el justificante.
APROA lleva años apoyando «la idea -que ya está hablada con la Administración competente y fabricantes de plástico- de establecer un sistema que realice la trazabilidad del residuo y así localizar a los responsables de los vertidos ilegales». Esto sería posible si el fabricante de plástico agrícola incluye un ‘ecosellado’, o similar, a lo largo de toda la bovina de plástico que permita identificar al responsable de un vertido en todo momento. De esta manera sí se podría erradicar el problema. La idea aún no ha sido aceptada, “pero nosotros seguiremos trabajando para conseguirlo”, dice Rosa García, quien también ha mencionado la nueva ley de residuos, aprobada el pasado mes de abril y que, en el plazo máximo de 3 años, obliga al fabricante a intervenir en el proceso de gestión del plástico agrícola.
Por su parte, la asociación sin ánimo de lucro MAPLA (Medio Ambiente, Agricultura y Plásticos), creada por los productores para organizar un sistema de gestión de los residuos plásticos, no envases, va a desarrollar un canon que se va a aplicar en el momento de la venta del plástico agrícola para poner en funcionamiento todo el sistema. Se trata de un ‘ecoembes’ aplicado al plástico agrícola. COEXPHAL y COAG forman parte de un comité agrario para tratar de que «la aplicación de este sistema sea lo más transparente posible y, por supuesto, defender los derechos de nuestros agricultores».
El servicio de Agroecología de APROA, desde el año 2019, ha atendido 100 denuncias anónimas a través del teléfono 687 50 04 00 y correo electrónico residuos@aproa.eu de la existencia de residuos abandonados. Cuarenta de estos casos ya están siendo gestionados por la Administración.
La responsable de este departamento ha terminado su intervención recordando la limpieza que se realizó en el Paraje Natural Punta Entinas Sabinar, donde se retiraron más de 25.000 kilos de plástico por miembros del sector agrícola y de la asociación de educación medioambiental ‘Árbol de las Piruletas’. “De eso se trata y por eso entiendo que estamos hoy aquí, ya que todos queremos un campo almeriense limpio”.
Salud y naturaleza
Nicolás Olea, catedrático en la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada y médico especialista en el Hospital Clínico de Granada, ha participado en la jornada aportando sus conocimientos sobre el impacto del plástico en la salud del ser humano. “Conocemos poco sobre el efecto físico de los plásticos, es decir, los fragmentos de plástico que conocemos ya como micro y nanoplásticos. Ahora tenemos la primera información de su presencia en los intestinos, en la placenta, en la leche, en sangre… Tenemos estudios descriptivos de que están presentes, pero los efectos de esos fragmentos microscópicos de plástico son poco conocidos. Ahora, además, existe una sospecha importante de que los microplásticos son portadores de gérmenes, se llama la plastifera y contribuyen a la colonización de nuevos gérmenes que afectan a la alteración de la flora intestinal. Esto podría estar vinculado a la presencia de contaminantes microbiológicos dentro de esos plásticos”.
Por su parte, Sergio López Martínez, ecologista que desempeña su labor en la Universidad de Almería, ha compartido sus estudios sobre el impacto de «los plásticos, microplásticos y macroplásticos en la cadena trófica marina y las cantidades que se encuentran en los distintos niveles tróficos de la red marina y también las distribuciones de estos contaminantes en Almería en comparación a otra población a nivel mundial en el Mediterráneo. Es de los mares más contaminados junto al Océano Pacífico, y cuenta con mayor acumulación de plásticos en su parte más oriental”.
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También han aportado su punto de vista Andrés Góngora Belmonte, secretario provincial de COAG; Mariano Tapia, representante de AGRA (Asociación de Gestores de Residuos Agrícolas) y Óscar Hernández Basanta, director general de ANARPLA (Asociación Nacional de Recicladores de Plástico).