“En Primaflor tenemos el mismo ‘espíritu familiar’ con el que empezamos hace 40 años”
Con cuatro décadas a sus espaldas Primaflor se ha convertido en una de las comercializadoras más potentes de Almería y de todo el territorio nacional. La compañía pulpileña acaba de celebrar su 40 aniversario destacando el mismo ‘espíritu familiar’ con el que nació.
¿Cómo fueron esos inicios de Primaflor?
-Fue hace algo más de 40 años cuando se inició este proyecto de la mano de Cecilio Peregrín, Antonio Peregrín y Lorenzo Belmonte. En un primer momento todo surgió con la idea de cultivar flores, especialmente claveles. Dos o tres años después se constituyó bajo el nombre de Primaflor donde se mezcla la palabra ‘prima’ que significa muy bueno en alemán con la palabra flor, es decir, la mejor flor.
En los años 80 se vio la posibilidad de realizar algún otro cultivo que permitiera viajar con flores y entre las pruebas que se hicieron se eligió un producto que se estaba poniendo de moda: la lechuga Iceberg. Las flores dejaron de ser negocio debido a la competencia de otros países y fue entonces cuando empezamos a evolucionar hacia otros productos, pero el éxito de Primaflor a lo largo del tiempo se debe a que hemos manejado las lechugas igual que manejábamos las flores: primero con mucho cariño y después dándole el mismo tratamiento al concepto del frío que para mantener las flores.
A principio de los 90 fue cuando dimos el salto cuantitativo, y no menos cualitativo, y empezamos a añadir productos en el porfolio y nos fuimos expandiendo.
-¿Cuál es la política de expansión comercial de Primaflor?
No nos negamos a nuevos retos. De hecho, uno de nuestros clientes en Reino Unido nos visitó con un conocido chino que estaba buscando un proveedor de verduras para la comunidad china de aquel país. No pidió que le hiciéramos una prueba para ver si era factible el cultivo de esos productos aquí y evitar así traerlas de Tailandia o China. Hoy en día esta línea es muy importante para nosotros.
Una seña de Primaflor es que pensamos como consumidores, con lo cual las decisiones se toman desde la base de qué me gustaría a mí encontrarme en una tienda. Siempre estamos en constante movimiento abriendo líneas y buscando nuevos productos.
Por otro lado, somos muy cuidadosos con el tratamiento que le damos a nuestros clientes. Tenemos clientes que llevan con nosotros 30 años, casi desde que empezamos. También trabajamos con cadenas de supermercados, del norte de Europa, de Inglaterra, de Suecia, de Holanda con las que tenemos una buena relación, sobre todo de respeto mutuo, porque ese es uno de los pilares básicos de nuestra empresa.
¿En qué mercados está presente Primaflor?
España es nuestro país de preferencia, puesto que estamos produciendo las 52 semanas aquí desde hace 24 años. En cuanto a exportación el país más importante es Inglaterra. Además, en este país llevamos produciendo 3 años, para hacer lo mismo que hicimos en su momento en España. Contamos con clientes estratégicos y preferenciales, a los que no podemos venderles en verano, no por calidad, sino por el transporte y también porque cuando ellos producen no compran fuera, protegen mucho a sus agricultores. Por este motivo decidimos irnos a producir a allí y llevamos ya 3 años con estructuras propias de una empresa. Cultivamos igual que aquí, al aire libre y la idea de futuro es hacer una gama de productos parecía a la de España.
-¿Cuál cree que es la innovación más importante para Plimaflor o la aplicación en campo más importante?
La primera y la principal fue el riego por goteo. El cambio se produjo en uno o dos años y fue fundamental. Dentro de eso, el enterrar el gotero porque te permite utilizar hasta esa última gota de agua. Ahora casi todo el mundo produce así, porque enterrarlo a 8 o 10 centímetros permite que el agua penetre directamente y los nutrientes vayan a la raíz, minimizando los problemas de humedades. También podemos decir que los sistemas hidropónicos han sido una importante innovación.
En la actualidad Primaflor dispone de un invernadero inteligente, donde manejamos una producción de casi 6 hectáreas con 7 personas. Cuenta con un sistema de hidroponía que es totalmente sostenible, porque nosotros tenemos esa inquietud por mejorar, por ser más sostenible, por buscar un mundo mejor que dejar a las futuras generaciones.
-¿Qué importancia le otorga Primaflor a la seguridad alimentaria?
-Estamos totalmente comprometidos, de hecho, la cantidad de procesos relacionados con la seguridad alimentaria que pasan los productos es inigualable, pero no lo hacemos porque nos lo dicen los clientes, lo hacemos porque creemos en ellos.
En definitiva, jamás se ha comido tan seguro, sano y sostenible. Además, estamos colaborando con Rodrigo de la Calle, chef del Restaurante ‘El Invernadero’ con una estrella michelín que cocina solo con verdura y que le han otorgado un Premio Nacional de Gastronomía Saludable. También estamos colaborando con la Fundación Española de Nutrición.
-Y en cuanto al 40 aniversario, ¿Como lo estáis celebrando?
-A principio de octubre celebramos una comida para la gran familia Primaflor a la que asistieron 2.200 personas, donde le hicimos un pequeño homenaje a las personas que llevan en nómina con nosotros más de 30 años. Coincidiendo con Fruit Attraction celebramos otra cena para clientes y proveedores. Al final esto es un engranaje, sin los clientes que han cumplido con su parte, que es trabajar con la marca y pagar, no estaríamos aquí. Sin los proveedores que nos han ayudado a lo largo de la historia a seguir adelante tampoco estaríamos aquí, y cuando hablo de proveedores también me refiero a proveedores financieros. Así que seguimos con la misma trayectoria, con el mismo espíritu familiar con el que empezamos hace 40 años, tanto las nuevas generaciones como nosotros que somos ya la tercera, y por supuesto también con los socios y también con los trabajadores. Si no se involucra todo el mundo y se compromete, el engranaje falla.