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El incremento de salario provocará pérdidas entre 5 y 7 céntimos por kilo

Salario Mínimo interprofesional en el campo
En estos meses se negocia la actualización de los salarios en la producción y en el manipulado.

La mano de obra supone el coste más importante de la producción y el manipulado hortícola. De media, ronda el 40% del coste en la producción y entre el 30% y 40% en el manipulado. Cualquier modificación en su importe tendrá una incidencia decisiva en la viabilidad del cultivo, tanto para el agricultor como para la empresa comercializadora.

La aprobación del Real Decreto 1462/2018, de 21 de diciembre, por el que se fija el salario mínimo interprofesional para 2019 supone un lógico incremento en los costos de producción en el campo que provocarán una pérdida entre 5 y 7 céntimos por kilo en el margen del agricultor, dependiendo de la fruta u hortaliza que se trate. Algo que reducirá la competitividad del producto almeriense frente a un directo competidor como Marruecos con costes de producción con un 800% más bajos.

En estos meses se está negociando la actualización de los salarios tanto en la producción como en el manipulado. Este proceso va a tener un importante impacto en la competitividad del sector, ya que se parte de una situación de precios de venta ajustados que hace imposible al agricultor o empresario poder repercutir a su cliente un aumento de su coste.

Las cifras, que están sobre la mesa, muestran importantes incrementos entre 18%-21% en el caso de la mano de obra en campo, y el 23% para el manipulado.

El impacto de estas subidas supondría, tomando como referencia el tomate, pimiento y pepino, una elevación del coste de producción en campo entre 3 y 4 céntimos por kilo. En el caso del manipulado el coste aumentaría entre 2 y 3 céntimos por kilo.

Esto supondría que para compensar la subida se debería vender entre 5 y 7 céntimos más caro. Esa situación sería la idónea, aunque es poco probable ya que la presión de los competidores desde fuera de la Unión Europea es fuerte.

Por ejemplo, en Marruecos la mano de obra oscila entre 0,60 y 0,80 euros por hora, mientras que en Almería alcanza los 8 euros por hora. Esto les permite vender en destino más de 15 céntimos por kilo por debajo de los precios españoles. Obviar esta situación comparativa, y querer aumentar los salarios por encima de las posibilidades del campo almeriense, representa lo que bien define un refrán español: pan para hoy y hambre para mañana.

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